He estado en este hotel por trabajo dos veces. La primera 10 noches y la segunda una semana en enero. El hotel se encuentra muy bien ubicado para mi por la ubicación de la empresa a la iba a trabajar, en el edificio empresarial a las afueras de Larbert. La ubicación está en la nada, no hay nada alrededor, o vas en coche o no habrá nada que ver ni que hacer. Se encuentra en un parque empresarial a las afueras de un pueblo que de por sí es minúsculo y andando tienes más de dos kilómetros hasta el pueblo o la estación de tren. No tienes bus y el taxi lo tienes que llamar a la central del pueblo. Es cierto que si lo que vas buscando es aislarte sin nada que hacer, es el sitio. Alrededor típico paisaje escocés de bosques y naturaleza, que es muy pintoresco y bonito, con su aire puro y sin el ruido de una ciudad. Algo como comprar un bolígrafo es una odisea, sólo hay un mini SPAR y para otras cosas toca hacerse los más de 2km de ida y otros tantos de vuelta para ver si tienes suerte y encuentras lo que en cualquier pueblo pequeño en España se localizaria a los 5 minutos. En cuanto al hotel, normalito. Han puesto desde enero servicio de desayuno dentro del hotel derivado de las quejas por que te remitian a una cantina enfrente, y era infumable. El desayuno es bastante malo pero no hay mucho donde elegir fuera del hotel. Tienen dos precios, el más caro con todo, incluyendo platos calientes, y el menos caro bollería y cereales. El zumo es de polvos. La habitación es grande, ahora no tiene armario, tienen un módulo con 4 perchas contadas. Para aquellos que lo primero que hacen es deshacer la maleta, no es su sitio. La cama es cómoda y tiene un sofá bastante útil. En cuanto al personal, nefasto. Nadie habla otro idioma que inglés, dentro de que lo hablan en dialecto y acento escocés, y no se esforzaran en hacer nada por que les entiendas. Si te hace falta un adaptador de enchufe, no se lo pidas, no lo tendrán. Ni una explicación con un tema del wifi y mi móvil supieron darme, me tuve que buscar la vida sola. Sólo valen para estar en la entrada y hacer el check in y check out. Tiene calentador de agua y ponen café y leche (la de los aviones) de cortesía. En síntesis, era un sitio práctico para mi por mis circunstancias, pero en otras circunstancias no hubiera ido nunca a ese hotel. Me cogería uno en Falkirk pueblo o mucho mejor, en Stirling.…