El sitio es un chalet grande con porche y piscina. Lo tienen organizado como una zona chill out con mesitas, sofás, música, una Play Station... La cocina muy equipada, tienen un pequeño surtido de alimentos, snacks y cervezas para sacarte de un apuro. El desayuno está incluido, es buffet libre self service, hay pan, cereales de varios tipos, fiambre y verduras. La habitación privada era de tamaño adecuado, decoración sencilla pero agradable. Organizan cenas cada noche a las que te puedes apuntar. 3 baños completos, un poco justo pero suficiente. Ambiente internacional, agradable, gente con buen rollo y ganas de hacer amigos. Personal muy atento. Perfecta localización para ir directos al aeropuerto.Más
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