Llegamos a Church Hill (que parece estar en medio de ninguna parte) de noche, y con 1º, y nos encontramos con un buen fuego y un posadero sonriente que nos acogió calurosamente. Comimos una buena sopa caliente con su correspondiente pan con mantequilla (excelente y barata solución para cenar en Irlanda, 3,50€) y pudimos elegir diferentes platos de la habitual comida irlandesa (hamburguesa, lasaña, etc) a unos precios excelentes. El lugar es un buen sitio donde parar si te diriges al parque de Glenveahg, cuya visita (a 30 min) es muy recomendable.Los fines de semana ofrecen música irlandesa en directo.
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