Fui com mi pareja a dicho hotel una semana en temporada baja. La relación calidad/precio del hotel es excelente. Habitaciones muy ámplias, desde mi punto de vista ideal para ir con hijos. Al ser un apartamento con cocina y salón los niños tienen mucho espacio. La cocina es muy completa, con sus ollas y cazuelas, nevera y congelador, lavaplatos, fogones de inducción, etc.
Las chicas de recepción muy simpáticas, todas hablan inglés y están dispuestas a ayudar con una sonrisa en la cara, sobre todo la recepcionista rubia, para mi la más simpática.
El desayuno bufet también excelente, gran variedad de alimentos y realmento buenos todos, fruta, tostadas de diferentes tipos de pan, mermelada, miel, mantequilla, nutela, yogures, pasteles caseros (el de chocolate realmente bueno), cereales, etc. Eso sí, se hecho de menos un poco más de bolleria, ya que sólo tenías dos o tres croissants o napolitanas.
Además el hotel está muy cercano a los sitios turísticos de interés, de modo que se puede llegar a pie a cualquier sitio dando un bonito paseo por la preciosa ciudad de praga. La parada de metro más cercana (sólo a 5 minutos andando) es "Karlovo Námesti" de la línea amarilla, que conecta al final de dicha línea con el autobús número 100, el cual te lleva directamente al aeropuerto.
La única pega que le encontré al hotel fue el servicio de habitaciones, normalmente empiezan muy tarde y eso entorpece el poder comer en la habitacion al mediodia, y un día nos encontramos la cama sin hacer. Pero, todo hay que decirlo, no hace falta ni lavar los platos, ya que ellas mismas ponen y guardan en su sitio los platos en en lavaplatos.
En resumen, recomiendo ámpliamente este hotel, si algún día vuelvo a Praga volvería a alojarme en Suitehome sin dudarlo.