Nos quedamos solo una noche porque teniamos que seguir viajando, pero si hubieramos podido nos hubieramos quedado unos días más.
Nos encantó, principalmente por la paz, la tranquilidad, el aire puro y los paisajes que puedes contemplar desde allí (las montañas de Triglav). Hacía mucho calor cuando llegamos sobre las 7 de la tarde y un baño en la magnifica piscina nos fue de maravilla. Tambien tienen pista de tenis, pin-pon, billar y conexion a internet (habia que pagar algo por conectarte, pero creo que no era mucho).
El hotel está limpio y cuidado. La dueña fue muy amable con nosotros. Está a poca distancia de Bled y una vez que entras en Radovljica está señalizado y no tuvimos problema para encontrarlo.
Nos costó 28 euros por persona con desayuno incluido (84 euros una habitacion triple), y nos pareció que era buena calidad/precio. La habitación tenia balcón y baño. Dormimos perfectamente, las camas nos parecieron cómodas. El desayuno era excelente. Habia huevos fritos, huevos revueltos, salchichas, bacon, embutidos, croissants, pastelitos de bizcocho tipo plumcake, zumos, cereales, mantequilla, mermelada, etc. O sea muy completo.Nos gustó mucho la presentación y la decoración del comedor.
La unica pega que le encontramos es que no hay ascensor, y tuvimos que subir cargando con las maletas por la escalera hasta el 3º piso.
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