Hemos pasado varias noches en este hotel a lo largo de los 3 meses que hemos estado yendo y viniendo de Kathmandu.
La ubicacion es perfecta, en pleno centro del Thamel pero ligeramente escondido, lo que amortigua el ruido del area.
Las habitaciones y el hotel en general estan impecables siempre, los baños compartidos perfectos.
El servicio tambien perfecto, todos muy atentos y con sonrisas amplias y amables palabras.
Lo mejor del hotel: las clases de yoga. El guru se llama Shyaam y es un experimentado profesor de yoga, el mejor que he probado en Asia. Es carismatico y todo un simbolo en Thamel.
Las clases de la mañana son gratuitas para los guests, las de la tarde valen 500 rupias pero vale la pena hacerlas si quieres avanzar y aprender con mas profundidad.
Sin duda un hotel que recomendaria y un profesor de yoga que me llevaria a casa!!Más
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