Este pequeño hotel en Liberia es realmente adorable. Las atenciones de doña Isabel y de su personal te hacen sentir como en casa. Las habitaciones tienen el tamaño justo para un descanso luego de cualquier viaje. El baño es amplio, acogedor y muy bien acabado en sus detalles. El desayuno con frutas, gallo pinto, huevos, queso y jugo de piña es excelente. En realidad en este acogedor hotel uno recibe más de lo que paga.
- Wi-Fi gratis
- Estacionamiento gratis