Vale la pena recorrer los 45 km de colorido bosque fueguino por un camino asentado como si fuera asfalto, para llegar al verdadero pueblo más austral de la Argentina. Pero si el lugar es hermoso e icónico, con sus vistas del canal de Beagle y la cordillera austral, La Mesita de Almanza, primer casa y comedor con el que unos se encuentra termina de hacer definitivo el recuerdo del lugar. Casita de forma "geométrica", pequeña, acogedora y con una cocina a la vista que parece un quirófano por lo impecable. Atendida por sus dueños, es un lugar hasta romántico, para recordar de por vida, por calidad de sus comidas, pero más por lo humano. Prohibido no detenerse, luego de un recorrido por todo el camino costero hasta Puerto Remolino.