He querido escribir esta opinión ahora, aunque estuve en Junio 2012 en esta casa de huéspedes. La verdad es que aún mantengo el magnífico recuerdo de nuestra estancia en Casazul. Paulo, efectivamente fue el perfecto anfitrión. El desayuno, es espectacular, sólo de pensarlo, se me dibuja una sonrisa en la cara. Todo son productos caseros y sobre todo está todo servido con mucho cariño, el zumo de naranja natural, la mermelada casera, el pan casero, etc. Es un espectáculo del buen gusto sin grandes sofisticaciones, pero con mucho cariño. Las habitaciones están decoradas cada una diferente, cada una con su baño con ducha y dan al patio principal donde está la mesita para servir el desayuno y tomarte algo al aire libre. Es una casa de huéspedes muy muy original y muy acogedora. Si buscas alejarte del típico hotel standard y vivir algo más cercano, éste es tu sitio. Y la distancia de las principales atracciones turísticas pues están relativamente cerca si tienes coche. Pero al fin y al cabo, hay tantas playas, lugares y restaurantes que no te tienes que perder en Alentejo que lo mejor es alquilar un coche.
Sin duda, recomiendo, y no paro de recomendar este sitio porque nos sentimos muy muy a gusto y seguimos teniendo muy buen recuerdo de la experiencia vivida.
Además el toque final de Paulo y su buen hacer: me dejé un pareo olvidado y tuvo el gran detalle de enviármelo a Mallorca, sin gastos. Todo un anfitrión.