Viajé por tercera vez de Barcelona a Bangkok hace unos días con la compañía EL AL Israel Airlines y me quedó una sensación muy agria. El proceso de checkin online está bien, pero en ningún momento me avisaron que debía pasar igualmente por los mostradores de checkin en el aeropuerto de salida, aún y así, por las dudas, fui. Hay que comprender que las medidas de seguridad para volar a Israel sean muy altas, aunque sea para usarlo como vuelo de conexión (En mi caso menos de 2h entre el aterrizaje en Israel y el despegue hacia Bangkok). En el mostrador estuve 10 minutos contestando preguntas que me hacía un chico de la aerolínea, después, el chico intentaba que facturara mi mochila, la cual cumple con las medidas de equipaje de mano. Conseguí, después de miradas extrañas, llevarme la mochila conmigo. Paso el control de seguridad sin problema, el control de pasaportes también y me dirijo hacia la puerta de embarque (45 minutos antes de la hora de embarcar). Nada más llegar a dicha puerta, por megafonía llaman a 5 personas, entre ellas yo, a mostrador con el objetivo de hacer una prueba de explosivos de todos y cada uno de los ítems que contenía la mochila. Perfecto, lo dicho, hay que comprender las medidas de seguridad y la espera no se demoró demasiado, además el chico que se ocupaba de los controles fue muy cordial. Una vez te chequean todo el equipaje que ponen pegatinas verdes en la mochila, pasaporte y riñonera (si llevas), en todo el equipaje que lleves encima. Después puedes embarcar sin problema en el primer avión. El confort de este es poco en comparación a otros aviones que realizan el mismo trayecto hacia Bangkok con sus escalas pertinentes, y el precio del vuelo no fue más barato que otras compañías. Una vez aterrizados en Tel Aviv, seguí las indicaciones de “vuelos de conexión” y resultó estar cerrado así que debes salir haciendo una interminable cola en los controles de pasaporte y de seguridad y volver a entrar haciendo los controles de pasaporte y de seguridad. Todo estos controles con pocas horas de escala entre un vuelo y el otro, pedí a otros clientes que me cedieran el sitio y poder saltarme la cola que me hubiera demorado más de 30 minutos por control y lo conseguí (gracias). Volví a tener una conversación con una persona de seguridad que me hizo exactamente las mismas preguntas que en Barcelona hacia 5 horas. Volvieron a llamarme para hacerme una prueba de explosivos, esperando más de 30 minutos y yendo lleno de pegatinas verdes que me pusieron en Barcelona. Al final tuve que correr hasta la puerta de embarque, correr mucho y llegué 10 minutos antes de la hora prevista del despegue. Un buen estrés que llevaba encima. El confort del segundo avión era mejor que el del primero, aunque lógico porque eran 10 horas de trayecto. Las azafatas y azafatos se dirigían a ti en hebreo (lógico supongo) y había algun@ que no lo hacía con un tono demasiado amigable. Las películas estaban muy bien, no estaban en español pero no es necesario, estaban en inglés. La comida dejó bastante que desear y el desayuno también, todo en comparación a otras veces que he volado tanto de ida como de vuelta a precios similares. Una vez en Bangkok, a disfrutar de este maravilloso país.…