Una forma super agradable de conocer los vinos de esta provincia, desde el fino, amontillado, pasando por tintos, incluso vermús o el Pedro Ximénez. No es lo mismo ir "a pecho descubierto" por los bares, a que te vayan tutelando y ofreciendo, y con un orden estudiado, todas las clases de vinos existentes. El maridaje con quesos es genial. Otra forma de conocer Córdoba, recomiendo sacar un par de horas de tu visita para probar esta experiencia. La ubicación del local que tienen es muy buena, junto a la famosa plaza de la Corredera. Lo recomiendo.

Decidimos hacer una cata de vinos durante nuestra visita a Córdoba, y la verdad es que ha sido una experiencia inolvidable, tanto por la chica que la dirigía, con la que aprendimos muchísimo, como por la calidad de los vinos en sí. El broche de oro para cerrar la visita a la judería y la zona de la Mezquita de una manera especial.