Experiencia relajante en un entorno precioso, invita al relax y a la desconexión. Con un servicio de exfoliación y masaje, proporcionado por Víctor, de forma muy profesional y agradable No excesivamente masificado, el público mantuvo zonas en silencio que te invitan a la paz. Servicio de té muy bueno En zona de vestuario/ducha, dispones de todo lo necesario para ducharte, retirar maquillaje, hidratarte…solo necesitas llevar peine, hay secador e incluso plancha de pelo. Dispone también de sala de espera por si tu compañía acaba antes, donde igualmente hay servicio de té

Es un sitio precioso. Mónica como persona ha sido encantadora, y el masaje que me ha dado ha sido con mucho mimo. ¡Muchas gracias!

El trato exquisito, las instalaciones increíbles, y el masaje que contratamos fue superior. Sobra decir que se cuidaba cada detalle en todo momento.

Todo demasiado concurrido, mogollón de gente para el precio que estás pagando. Aproximadamente, dentro de los baños vas a estar como máximo una hora y media, te das el masaje en el momento que el masajista pueda, no va ni antes ni después del baño, 10 minutos esperando para entrar porque debían abandonar antes los que estaban en las piscinas, después otros 10 minutos enseñandote los lugares. Si con suerte te dejan media hora a tu aire, ya has aprovechado más el hamman. Por vivir la experiencia merece ir, pero no volvería, no te relajas como crees antes de entrar y ves a los trabajadores muy pendientes del tiempo y, de ir conduciendote por las instalaciones para que termines. Los pases de entrada son cada 2 horas, pero a la hora y media todo el mundo tiene que salir, porque los del siguiente turno están para llegar. Con la excusa de estar a los pies de la Alhambra, pues tienen un negociazo, una fábrica de hacer dinero.

Fue un regalo de cumpleaños. La ubicación es céntrica, al lado de Plaza Nueva. Nuestro pack fueron 45 minutos de baños termales, que te explican las distintas zonas (agua caliente,templada,fría y una sauna). Puedes tomar el té que quieras y el ambiente es increíble, una iluminación cálida y se habla bajito, unido a música suave ya entras relajado. Después tuvimos 45 minutos de masajes con un aceite a elegir entre 4 posibles con sus distintas propiedades. Os recomiendo hacer las dos cosas porque es la mezcla perfecta.

Un sitio bastante recomendable. El trato de todos los trabajadores fue exquisito en todo momento, el ambiente muy chulo, el local impresionante y la experiencia interesante. El precio es considerable, aunque diría que merece la pena. Lo único que mejoraría sería el tamaño de los vestuarios, ya que se llega a agolpar bastante gente a la vez en la zona de duchas y no hay bancos ni cabinas para todos.

El sitio está muy bien cuidado y hay un montón de personal pendiente de que todo esté perfecto, desde la recepción (mención especial a Maria, que ademas de atendernos muy bien, nos aconsejó para visitar la Alhambra) a los masajistas, personal que te explica las instalaciones y de limpieza que pasan constantemente para que el suelo se mantenga seco. Hay que reservar, ya que van entrando en diferentes horarios, para que no se aglomere mucha gente dentro. Tienen varias termas a diferentes temperaturas, sala de vapor, y una zona de piedra caliente para relajarse. Ademas puedes tomar té moruno durante el circuito de forma ilimitada. Puedes elegir añadir un masaje de 15 minutos durante el circuito y merece la pena. Tienen diferentes aceites esenciales para elegir, y los masajistas te preguntan la zona y la intensidad que deseas. Los vestuarios tienen taquillas individuales y todo tipo de amenidades. En definitiva, una buena forma de terminar el día después de visitar la ciudad y salir como nuevo.

Increíble! El lugar es precioso y te transporta en el tiempo. Aforo muy controlado que permitía poca gente en cada sala. El masaje, espectacular. Muy recomendable.

Nos regalaron una experiencia Hamman y fuimos por primera vez. Me enamoré del sitio nada más llegar. Mónica, la anfitriona nos recibió y nos lo explicó todo muy bien. Nos encantó la paz y la tranquilidad que se respira allí. Cuidan cada mínimo detalle, los aromas, la luz, el sonido, la temperatura, es verdaderamente un regalo para los sentidos. Para terminar nos dieron un masaje espectacular. Tanto Rocío como Vanesa son grandes profesionales y hacen muy bien su trabajo. Recibimos un trato muy cercano y respetuoso. Las instalaciones son preciosas y muy amplias. En los vestuarios puedes encontrar absolutamente todo lo que necesites, desde cremas, tónico facial hasta plancha del pelo. Sin duda volveremos, se ha convertido en nuestro nuevo sitio favorito.

No he llegado a contratar servicio,la razón es que veo en la web varias tarifas,en mostrador solo me proponen la más cara, diciéndome que no hay más tarifas que esta. Les señalo que en la web,ofrecen otras tarifas y me contestan que no son posible en los horarios que demando, cuando en la web me da opción a los horarios que pido. Muy mal ! Esto no es un hamam!,el espíritu de un hamam empieza por la acogida. Sería necesario para el propietario darse una vueltecita por Marruecos y aprender el arte de recibír ,. Atentamente,

A pesar de haber sido una experiencia muy relajante, he de decir que no se respeta el silencio en la zona de baño (aunque esto es responsabilidad de los clientes, y no del establecimiento), y realizar el masaje al lado de un desconocido no creo que sea del todo acorde con el precio que se paga por la experiencia. Eché de menos un poco más de intimidad en ese momento. Por el resto: la ateción, limpieza, temperatura, profesionalidad... todo genial.

Reservamos para disfrutar de un momento de calma y relax y ha sido estupendo. El personal que trabaja aquí es muy amable, te hacen sentir muy cómodo y te ayudan en todo lo que necesitas. Las instalaciones está muy cuidadas y las aguas y el ambiente es embriagador y al momento te sumerges en un remanso de paz, muy necesario en estos tiempos. El masaje divino, en mi caso Priscilla, que ha sido muy reconfortante y calmante. Nosotros escogimos Mimma 30 y desde luego lo recomiendo y 100% que volveré y traeré a más amig@s.

Increíble que al llamar por teléfono para saber los precios del hamman , me digan que son diferentes respecto al día y a la hora. Pregunto directamente para ser más conciso si el precio para el mismo servicio, varía un lunes de un jueves y me dicen con risilla que efectivamente asi es. El hamman lo conozco de 1 vez que estuve hace unos años y me pareció bastante bueno, pero esta política indefinida de precios me parece una tomadura de pelo. Entiendo perfectamente que puedan subir los precios y haber variaciones en función de las circunstancias, pero que no sepan ni decirte los precios de sus servicios porque segun ellos fluctuan como si fuera un billete de avión es algo para hacerselo mirar al gerente.

Es fantástico, el trato excelente y consigue relajar y hacer que pierdas la noción del tiempo, recomendable 100%, además tienen un horario muy amplio.

Tras leer su opinión de octubre de 2017, he recordado que mi nuera y mi hijo estuvieron allí ese mismo verano , cuando vinieron de visita desde USA a una boda de amigos. Ella relató que durante el masaje , se sintió manoseada en zonas que no suele ser habitual tocar por el masajista, por lo que pasó un mal rato y lo acabó antes de tiempo. Ella suele ir mensualmente a un spa y está acostumbrada a recibir masajes en todas las partes del mundo, por lo que creo que puede haber mayor número de experiencias similares que no se han denunciado por tratarse de extranjeros de paso o por miedo a no ser creídos.