Me encanto la visita, no solo por la arquitectura del palacio sino tambien por la historia que tiene tanto el emplazamiento como el licor. La cata merece la pena al 100%, te dan a probar todos los licores menos el mas caro. No soy mucho de licores pero este es especial, tiene algo que no sabria como describir. Si vas por las costas de Normandia esta es una parada obligatoria.

El edificio es una joya de arquitectura gótica y renacentista con una elegante escalera en su exterior. Tuvimos que renunciar por falta de tiempo a la visita guiada a su destilería.

Nunca habíamos visitado un sitio donde se elaboren este tipo de licores destilados y nos resultó muy interesante e instructivo. Además se puede apreciar la arquitectura e historia de este edificio singular y llamativo. Advertencia: el comienzo de la visita guiada está después de recorrer el edificio y museo, y se ciñe al proceso de fabricación del licor y la degustación al final. Merece la pena!

Subimos al cabo Feget y desde allí vimos un edifico muy llamativo y decidimos acercarnos , aunque no pudimos entrar porque ya era tarde , pero la fachada del edifico es impresionante . Allí se fabrica el famoso licor Benedictine.

Tras patear todo el pueblo acabamos pasando por delante de la fábrica de Benedictine pero como no teníamos tiempo para visitarla decidimos hacer una pausa y tomar algo en el invernadero. El sitio es agradable y se pueden probar dulces con benedictine. El camarero, al oirnos hablar en español, se esforzó por atendernos en nuestro idioma.¡Qué majo!!

12 euros bien gastados. Interesante y bie explicado en textos en todos los idiomas. En el precio incluyen un par de degustaciones del licor y de un coctel que puedes beberte en una agradablde cafeteria. lo recomendamos!

El impresionante palacio, la colección de arte y la visita a la destilería bien merecen la visita. Lamentablemente la degustación fue servida con malos modos por una empleada más apta para trabajar en la profunda bodega que "atendiendo" al público.

Hicimos una visita rápida a la ciudad, es muy bello edificio que te hace retroceder en el tiempo, junto con un paseo por el puerto es muy agradable

El interior del Palacio es muy bonito y su visita es interesante. Además tiene el plus de la segunda parte, que es la destilería del benedictine. Suele haber mucha gente. Con la entrada invitan a una pequeña degustación al final.

Fuimos porque nos habían recomendado ir desde un restaurante local y descubrimos una joya arquitectónica. La atención de la chica de la taquilla que luego hace de guía fue muy profesional. Ella transmitía lo curioso e único del lugar. En la visita se degusta el licor que allí se fabrica y con esto se concluye la visita. Es emocionante terminar probando el producto. Muy recomendable.

El palacio merece la pena visitarlo. Por fuera es precioso y por dentro la verdad que sorprende. La entrada no guiada cuesta 8,50€ e incluye una pequeña degustación. Dentro del palacio está también la destilería del licor Benedictine que te enseñan también. Este punto debería mejorar bastante porque te explican lo que anteriormente te han contado en un vídeo y poco más y no te dejan ver mucho. Al final de la visita te dan a degustar una de las 4 variedades que tienen (ya podían dejarte probar al menos dos por persona para diferenciar). En la tienda del Palacio te venden el licor y ahí si que te meten un buen sablazo sobre todo por los que son ediciones especiales que solo venden allí (Aproximadamente entre 46 y 54 euros las botellitas).

Un edificio sensacional, gran museo y mejor licor, que puedes probar al final de la visita. Desde luego, si pasas cerca, no dejes de visitarlo, merece mucho la pena, tanto si te gusta el arte como si te gusta el licor ;-)

Es un lugar maravilloso Alexander tenía un gran gusto su colección privada es de gran gusto y la reconstrucción del palacio es magistral hay que visitarlo y degustar su licor delucioso

Una de las cosas que ver en Fecamp es visitar este palacio que a parte de tener un museo tiene además una destilería. En la visita se puede conocer el proceso de elaboración del famoso licor. La entrada cuesta 8,50€ y el horario varía según la época del año, así que sí te interesa visitarlo, lo mejor es que visites su página oficial. No hay que olvidarse del edificio en sí con su impresionante fachada y entrada. Si estás por la zona no tienes que perdértelo.

Creíamos que era el palacio del abad benedictino, por eso fuímos a verlo. Luego descubrimos que no, que era exactamente lo que como se llama: el Palacio donde se hace el licor Benedictine. Nada más por ver las colecciones de arte altomedieval, gótico y renacentista, ya merece la visita. Si, además, conocen el licor y quieren saber algo sobre su historia, entonces es ideal. No está mal, la verdad. Tampoco hay tantas cosas que hacer en Fécamp.