Primero te encontras con un pequeño cementerio que data de los primeros habitantes, detrás está la capilla. Luego, subiendo unos 700 mts te encontras con la gruta y una hermosa vista. Además, en la gruta hay muchas plaquitas y obsequios en forma de agradecimiento.

Fue construida en el año 1770, con muros de adobe, pisos de ladrillo y techos de algarrobo. Con una fachada simple. Al llegar vemos un cementerio donde descansan los restos de algunos aborígenes de la zona. En su interior se destaca la imagen tallada en madera de la Virgen Nuestra Señora de la Merced, realizada en el siglo XVII, con cabello natural y su vestido blanco, donde resaltan los colores patrios. En la parte de atrás podemos ver el antiguo altar. Es una sitio que merece una visita.