En el pasado, los vientos dominantes hicieron que la
mayoría de las ciudades construidas en la Gran Bretaña
industrial situaran sus barrios más preciados en la
parte oeste, hacia donde no soplaba el humo de las
fábricas. Edimburgo no es una excepción, por lo que
sus ciudadanos más acaudalados se asentaron en West
End, dejando tras ellos grandiosas casas adosadas
georgianas, jardines privados y elegantes calles
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curvas. Estas calles traseras siguen tan majestuosas y
tranquilas como siempre, y la mayoría de las
actividades se producen a lo largo de las concurridas
calles principales del barrio. Lothian Road conecta
con el sur de Edimburgo y alberga algo parecido a un
barrio de ocio, con tres teatros y la principal sala
de cine independiente de la ciudad. Todos ellos atraen
a una selecta multitud que sabe apreciar el mercado de
productos de Edimburgo de los sábados. La otra gran
vía pública de West End, Shandwick Place, está
dominada por tranvías, que avanzan hacia la periferia
y el aeropuerto, y por una multitud que hace sus
compras de última hora antes de subirse a ellos.
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