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Una vez que se entra por una pequeña puerta, comienzas a descender por unas escaleras que te transportan al pasado, bodegas profundas excavadas en la roca, con enormes barriles que son utilizados y contienen vino toscano. Incluso el olor te traslada a siglos pasados. Al final del recorrido de no más de un cuarto de hora, se puede catar y comprar vinos. También se puede comer.…
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Fecha de la experiencia: julio de 2018
1 voto útil
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La bodega es en sí misma una atracción digna de visitarse. Además los vinos son extraordinarios, y si bien el personal se muestra en cierta forma "distante" lo cual es a mi juicio muy de agradecer, cuando estás cansado de que te aborden comercialmente como a un turista..... Ellos son correctos, te dejan mirar, y solo si te interesas se vuelcan con la cata, los quesos, etc. Para mí gusto un 10. Los precios: un souvenir que se disfruta en casa, y en proporción mil veces más barato que un imán para la nevera(hecho en China). No os lo podéis perder!!!!!…
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Fecha de la experiencia: agosto de 2018
1 voto útil
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Esta bodega, al igual q Contucci , forman parte de la historia de Montepulciano. Con aspectos comunes, resultan muy diferentes y emblemáticas. Visita libre muy interesante, se hechan en falta algunos paneles explicativos. No dejarse la parte de la bodega etrusca, historia vinícola auténtica. Se puede terminar con una cata, muy agradable, como siempre un poco comercial pero sin agobio tampoco (si se acierta en la persona q la atiende puede ser una experiencia fabulosa y muy atenta). Algunas botellas también nos acompañaron. Como dice el titular Imprescindible. No visitar al menos esta bodega y Contucci, es no visitar Montepulciano, incluso si no le gusta el vino.…
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Fecha de la experiencia: abril de 2017
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muy buen lugar, la degustación de vinos fue buenísima y los fiambres y quesos también. Además es un lugar histórico super interesante.
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Fecha de la experiencia: abril de 2017
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Es una visita obligada. La cantina data del año 1337 y es realmente impresionante. Nosotros llegamos casi a la hora de cierre del palacio donde se encuentra y no tuvimos ocasión de probar sus vinos, pero sí de visitar la bodega subterránea que, desde luego, te traslada a otra época.…
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Fecha de la experiencia: agosto de 2016
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