Viajé aproximadamente 100Km a visitar el jardín botánico y fue de mis mejores decisiones, tuve la oportunidad de hacerlo en solitario, la atención fue personalizada, los guías increíbles y bien informados, el sonido del río te acompaña todo el recorrido al igual que sonidos de insectos y pájaros en un ambiente que te llena de paz y para finalizar con un refrigerio magnífico y delicioso, super recomendado. I traveled more than 100Km to visit this garden and it was a very good decision, I had the opportunity of doing it alone and the guides were amazing, the river's sound, the birds, and the insects sounds make that this place fills you with peace and a cleanse to your soul, and for the end some amazing pastry make from products of neighbors, highly recommended.

Es una experiencia que sobrepasa en mucha medida la visita a un Jardín Botánico tradicional. Más allá de la hermosa disposición y el producto de millones de horas invertidas en cuidar de una inmensa cantidad de plantas tropicales, lo que más me cautivó fue el trasfondo cultural que el anfitrión aporta. Desde la bebida de bienvenida, donde para elaborarla se utilizan ingredientes recolectados frente a nuestros ojos en el jardín, hasta las historias personalizadas de cada planta donada, durante la visita se va hilvanando un guión a la medida de los intereses del invitado que acaba sintiéndose como un actor en una obra irrepetible e inolvidable. Definitivamente, visitar los jardines y el bosque de La Catalina es una experiencia imperdible para quienes deseen consentir todos sus sentidos.