Si bien la catedral no muta su majestuosidad, el entorno comercial deja mucho que desear. Justo fuimos el domingo 4 de agosto día que se celebraba la festividad de la comunidad boliviana, hasta ahí todo bien. Luego de misa nos jugamos la integridad física cruzando en medio del desfile de los centros tradicionalistas, hacia la plaza Belgrano, plaza cerca con un armonioso empedrado, horrible la comodidad de ésta. No hay bancos para las personas de poca movilidad como yo. Si bien llevé a cuestas mi reposera había gente muy cansada y no disponía de los asientos que toda plaza necesita. Cómo fuimos en familia con niños nos fuimos a los juegos mecánicos a gastar y dejar plata a los lujanenses, cuando vamos a sacar los boletos oh no trabajan aplicaciones ni tarjetas, ¿Que pasa muchachos? ¿No les rinde sin evadir? Lo mismo la casa de fotos que hace las imágenes de turistas con la catedral al fondo, solo efectivo billete ¿? Que pasa con las aplicaciones, ¿traen yeta?, así no se sale adelante. Así se maltrata al cliente y al turista, lo mismo las casas de comida y los precios diferenciales contado 5000/aplicación 7000. Todo lo que conocí y visite 60 años está cambiado o en cambio, en reforma. Lujan desde ahora visita a la catedral, sandwichs caseros, infusión y vino en conservadora

La Iglesia se destaca por su fachada que sobresale de entre tantos edificios sobre la Av. Cabildo y por los lapachos en flor en primavera. El interior fue renovado hace un par de años y sus vitrales son para admirar.