Es un "carmen" singular, blanco, colgado de la colina del Mauror con terrazas en tres niveles. Diseñado por el pintor J. Rodríguez-Acosta, tiene una construcción y estética del mundo clásico romano, con guiños a la cultura árabe, como queda patente en la reutilización de capiteles nazaríes en las columnas, el gusto por el agua con fuentes y albercas que reflejan esculturas así como su vegetación variada y las vistas a la ciudad que queda a sus pies. El vestíbulo es lujoso, de mármol de Sierra Elvira, con una cúpula muy original. Dentro de este edificio, además se conserva el legado del coleccionista Gómez-Moreno con piezas desde la prehistoria hasta el siglo XX. Cerca de la Alhambra y se puede sacar la entrada conjunta