La Embajada de Francia es la misión diplomática de la República Francesa en la República Argentina y funciona desde el año 1939 en el Palacio Ortiz Basualdo, localizado en el cruce de las calles Cerrito y Arroyo, frente a la Plaza Cataluña entre los porteños barrios de Retiro y Recoleta. Tuve el placer de visitar este importante edificio en ocasión de la celebración de las Jornadas Europeas del Patrimonio, en la que dicha embajada abre sus puertas al público en general con entrada libre y gratuita. Llegamos a la hora de su apertura a las 10.00 hs. del domingo 18/09 pudiendo ingresar recién a las 14.00 hs, luego de hacer una fila durante cuatro horas. Lamentablemente mucha gente se quedó afuera. Una vez en la rotonda de entrada, personal de vigilancia revisó nuestras pertenencias además de atravesar un scanner. A partir de allí nos recibió una guía quién nos proporcionó toda la información del lugar. El Palacio, un exponente de la arquitectura Beaux Arts, encomendado por sus primeros propietarios: Daniel Ortiz-Basualdo y su esposa, fue proyectado 1912 por el arquitecto francés Paul Pater. Además de admirar su esplendorosa fachada externa, pudimos recorrer parte de su interior: el vestíbulo circular de la planta baja y una escalera de honor con barandas de estilo Chippendale desembocando en un hall con una gran araña central que lleva a diversas salas. Un jardín de invierno que posee grandes ventanales. El gran comedor con muebles estilo barroco inglés, con una mesa para veinticuatro comensales, un tapiz de los antiguos reyes de Francia suspendido del panel central, dos nichos albergando los bustos de los Reyes Enrique IV y Luis XVI y dos importantes arañas de cristal Baccarat. Una puerta contigua conduce al salón de música donde se ubicaba la orquesta, cuyos muros poseen decoración de instrumentos musicales laminados en oro, compartida con decoración chinesca (moda de la época). Aledaño se distingue el salón de baile llamado salón dorado o salón de honor que sobresale por su gran parecido a la Galería de los Espejos del Palacio de Versalles, con una gran chimenea de mármol blanco y una pintura alegórica en su cielorraso. Continuamos por la sala de billar o salón fumador (exclusivamente para hombres) que combina revestimientos de madera con cielorrasos de estilo Tudor y una gran chimenea de mármol inspirada en el renacimiento francés. Y aledaña a esta sala se encuentra la biblioteca de estilo gótico inglés. Desde allí se observa el jardín posterior que se usa como patio de servicio, habilitando aberturas en los salones hacia la calle. En síntesis, se trata de un edificio bellísimo, lleno de historia, arquitectura, arte, cultura, digno de conocer.