Yo no conocía el lugar y llegué a él, investigando en internet, ya ni recuerdo cómo. Saqué las entradas y allá fuimos con mi pareja. Ya desde la escalera, nos impresionamos por todo lo que veíamos. Además del descubrimiento de tan hermoso lugar, tuvimos una clase de tango, que fue divertida. La cena es de primer nivel y la atención es excelente. Salimos facinados y seguramente, si podemos, vamos a volver. Por lo menos, es lo que nos gustaría. Para pasar un rato super agradable y totalmente distinto, no se lo pierdan.