Realizamos la expedición en Enero de 2022 con mi esposo y mis tres hijos de 18, 16 y 13 años. Acampamos 3 noches a 3600 y 1 a 4100mts. Realizamos trekkings en los alrededores. En el trekking del segundo dÃa llegamos a un balcón y pudimos apreciar la cordillera frontal, la precordillera y el cordón de Ansilta (una belleza). El tercer dÃa al Arroyo Turquesa y el último dÃa al Balcón de los Seismiles (el más exigente porque se alcanzan los 5000 mts aprox.). Lamentablemente se nubló el cielo por completo y no pudimos ver la vista desde el balcón. De todos modos el camino en subida hasta el balcón es precioso, por momentos surrealista. La expedición requiere de un buen estado fÃsico para los mayores de 40, a los adolescentes les sobra capacidad. Se carga la mochila personal en todo los trekking con agua y lo que te vas quitando de ropa. Lo único que puede traer malestar es que te haga mal la altura, pero eso es algo que no podés preveer y depende de cada organismo. Por tal motivo, la expedición está organizada para ir subiendo paulatinamente dando al cuerpo la posibilidad de aclimatarse. Los paisajes son únicos, las fotos no reflejan la inmensidad y la profundidad de los mismos. Recorrimos paisajes de extrema aridez, pero los rÃos de deshielo y las vegas aparecen en todo el recorrido, al igual que diminutas plantas con flores que crecen entre las rocas. Esta expedición es para quienes quieran vivir una experiencia distinta, acampando de forma totalmente agreste, conviviendo con la natureleza, el silencio, los animales en estado salvaje (familias de guanacos y cóndores) y cielos inmensos. A pesar de estar en verano el frÃo a esas alturas se hace sentir, recomiendo llevar ropa de pleno invierno especialmente para las noches, durante el dÃa las temperaturas fueron agradables. Los guÃas (Pablo , Fernando y Cristian) fueron muy profesianales y solidarios, atentos a cada detalle y necesidad del grupo. Una experiencia súper inolvidable y recomendable para los amantes de la aventura.