Viajamos por varios balnearios de la zona, con paisajes increíbles y cada uno con su atractivo. El guía es un local, fan de Valparaíso, que conoce y que tiene una férrea voluntad de sobreponerse a cualquier imprevisto que vaya apareciendo con tal de brindarle una experiencia de calidad al cliente y no menos (fuimos a fin de temporada y tuvimos mal clima ese día) Excelente todo, las empanadas, las vistas, el contacto con la fauna. La perlita: el sandboard. Incluso aunque no participes, es muy divertido! Más que recomendable. Incluye receta de pisco sour y pebre!