Desde el primer contacto con Ñandé Reta la “experiencia del usuario” fue maravillosa. Julieta nos contestó cada email con toda la información necesaria. Siempre atenta y a disposición. Hablar con ella nos dio mucha confianza y seguridad para reservar.
La estadía en el hotel nos maravilló desde la llegada, principalmente por el grupo de personas que allí trabajan. Estaba todo listo, nos esperaban con el almuerzo, nos organizaron las excursiones de acuerdo a los días que nos quedábamos y sólo debíamos ocuparnos de estar a tiempo en el punto de encuentro y avisar si necesitábamos hacer alguna modificación en el menú .
Todo funciona de manera armónica y puntual. Nunca experimentamos tardanzas ni dificultades en los servicios. No había ningún detalle librado al azar, nada improvisado.
Uno se siente parte de la familia de Ñande reta. Se encariña con el lugar, con sus miembros y con el entorno.
Martín, Gaby, Marisol, todos! Algunos nombres se nos escapan. Pero el recuerdo de sus rostros sonrientes, de los gestos y de las expresiones amorosas con que nos trataron las atesoramos.
El hotel es hermoso, los ambientes son cálidos. La decoración es muy acogedora. Nos hospedamos en la habitación triple que se encuentra afuera del salón principal. Era muy cómoda, las camas, las sábanas, las toallas, todo siempre impecable. Los baños también en excelentes condiciones y el suministro de agua caliente era óptimo.
También es para destacar la belleza del jardín. Lleno de arboles y plantas hermosa, con sillones dispuestos en galerias, alrededor de la piscina, dan ganas de reunirse a conversar, leer o tomar algo al sol o disfrutando la noche.
Mención aparte merece la comida. Una delicia cada plato. Todo casero. Es destacable que tienen en cuenta las necesidades de cada persona y si necesitas cambiar el menú lo hacen con gusto y con opciones!!!! Lejos de oponerse o de conformarte con cualquier cosa, ellos se esmeran porque todos puedan coman rico y variado.
El esmero por contribuir al disfrute y el descanso es la principal característica del lugar. Los Esteros del Ibera son una maravilla. Pero la experiencia de hospedarse en Ñande retá es verdaderamente extraordinaria. Con detalles tan simples como un saludo cálido, una sonrisa genuina, la amabilidad puesta al servicio, el diseño de cada detalle pensando en el bienestar de los huéspedes para hacer que la estadía sea mucho más que lo que uno se imagina, son las notas diferenciadoras del lugar. Un verdadero all inclusive.
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