Yo estancia en Villa Canu durante una semana y se base -. El hotel no ofrece el almuerzo o la cena, pero tiene un restaurante asociado a un corto paseo de distancia que es clasificado por Michelin durante varios años 2016 incluido. El desayuno cereales, fruta fresca y repostería opciones, y era de un buen taza de té. La piscina era pequeña pero adecuada y muy limpio. Se pueden pedir bebidas en el bar durante todo el día, y el personal es muy amable y servicial. Una pequeña joya de lugar.
La habitación que nos dieron la opción de dos era cómoda, el wifi funcionaba, pero la mejor cosa sobre este hotel en una pequeña ciudad de trabajo era a través de las puertas que una vez introducido otro mundo... las habitaciones estaban distribuidas en tres (?) pequeños edificios intercalados con áreas de estar bien equipado con sombrillas, mesas y sillas, que conducen a una piscina refrescante con Lemon Tree, gruta/cascada y flores. El efecto general era excepcionalmente refrescante, especialmente después de haber estado caminando todo el día. Había escudos bug en las ventanas, pero no hubiera sido necesario durante nuestra visita... un poco temprano en la temporada para mosquitos, tal vez. Buen desayuno incluido mermelada, pan, pasteles y especialidades locales. Cenamos en el restaurante (Caminetto) cerca de los mismos hermanos que el hotel... ver crítica aparte.
Este es un hotel maravilloso en una parte fascinante de Italia en la costa de Cerdeña. El hotel posee y opera un excelente restaurante de pescado cerca. Nos encantó descansando en la piscina y, cuando preguntamos si un negocio de alquiler de bicicletas estaban cerca para un viaje a la playa, el recepcionista nos ofreció las bicicletas del hotel gratis. Recomiendo encarecidamente este rincón del mundo, y este hotel en particular.
Nos alojamos una noche - teníamos una cómoda habitación doble con ducha al lado de la pequeña pero adecuada piscina. Las habitaciones son establecidos por pequeños patios con las plantas y árboles. El desayuno estaba bien pero nada especial. Internet wi-fi disponible en la zona de recepción.
Lo mejor de nuestra estancia fue el restaurante Il Caminetto que pertenece al propietario del hotel y está a 5 minutos a pie desde el hotel. Almorzamos y cenamos allí y puedo decir en ambas ocasiones la comida y el servicio fueron excelentes. El personal era muy profesional y paciente, éramos un grupo de 12 personas. El risotto Al'Inferno ( arroz negro con sepia) era increíble y el pescado fresco traído a la mesa para nosotros. Por la tarde, estaba a tope de gente así, ambiente animado.
Estuvimos alojados en este maravilloso hotel la noche del 10 de agosto, y ha sido lo mejor de Cerdeña.
Coincidió que ese día había una boda (de un familiar de la propietaria), y estábamos invitados, pudimos disfrutar de aperitivos y un bufet buenísimo, barbacoa de carnes y pescados, bufet de frutas, helados, pastel...todo lo que quisiéramos.
El hotel es una maravilla, una "perlita", un oasis en medio de un pueblo que poco tiene por ver.
Las habitaciones que nos dieron (íbamos 2 familias) fantásticas, daban al jardín, y una de ellas justo enfrente de la piscina. Podías sentarte en las sillas y mesas que tenías en la puerta de la habitación, disfrutando de la tranquilidad del jardín y la piscina, o tumbarte tranquilamente en las hamacas de la piscina. La habitación fantástica: sin lujos pero decoradas con gusto y al estilo sardo (de Cerdeña), muy limpia, bastante amplia y camas cómodas.
El desayuno (aunque no muy variado), pero muy bueno (las pastas eran buenísimas de pastelería), desayunabas en una sala donde se estaba muy tranquilo, el café, la leche...te lo servían ellos a la mesa.
El personal muy amable, atento y predispuesto (tanto la propietaria, como la chica de recepción). Gracias a los propietarios, a la chica de recepción y a la chica del desayuno, por hacer que nuestra estancia fuera tan agradable: creo que es el mejor sitio en el que me alojado.
Al ser un hotel pequeño y de pocas habitaciones, te sentías como en casa, con tu privacidad, que ya es mucho teniendo en cuenta lo masificada que está Cerdeña en pleno mes de agosto, nada que ver con los resorts masificados que puedes encontrarte por ahí.
A los niños con los que íbamos les encantó el hotel, y sobretodo la piscina (no muy grande pero paradisiaca). Era una piscina que invitaba a bañarte, limpia, construida con mucho gusto, paradisiaca y aprovechando la naturaleza (adornada con rocas y cascada, mirad las fotos).
En resumen: fantástico, el mejor hotel de Cerdeña, el paraíso, un oasis, y un trato de lo mejor.
Quisimos quedarnos más días, pero habíamos ya pagado el hotel (en otro punto de Cerdeña), y no podíamos cancelar.
Tengo claro que si volvemos a Cerdeña, nos alojaremos en este hotel unos días.
Totalmente recomendable, os lo aconsejo de verdad.