Además de las preciosas instalaciones, el lugar rodeado de fauna, como ñandúes, carpinchos, zorritos, destaco, sobre todo, la calidez y la atención de TODO el personal. Fue una experiencia muy interesante en un rincón bellísimo de ese paraíso que es Iberá. Quizá las altas temperaturas hicieron que algunas excursiones fueran agotadoras, pero era verano y así son las cosas.
Un punto negativo fue el mantenimiento de la piscina, no estaba el agua como debiera estar. Se necesitarían más enchufes en las habitaciones, a pesar de que la filosofía del lugar es desconectarse. Nuestra cabaña Ñandubay comodísima con una galería preciosa.
A destacar el trabajo de conservación de la fauna y la introducción de especies que estaban extinguidas, es bueno saber que con nuestra estadía contribuimos con eso.
No duden en visitar el Rincón del Socorro.
Tuvimos una maravillosa estancia relajante en rincón del Socorro. Paseos sobre el savanna, noche paseos alrededor de los bordes de los humedales, paseos en barco, aunque los pantanos junto con el capibara y ciervos que vagan libremente en el lugar hicieron de ésta una parte muy especial de nuestro viaje a través de Argentina. Cuando no estábamos explorando el sitio extenso nos estábamos relajando en la piscina, con vistas sobre un césped con alimentación de rhea.
La habitación era amplia, cómoda y algo como del viejo mundo. El edificio principal tenía un montón de acabados de madera, una terraza encantadora y estaba llena de fotos de fauna local. La comida era buena, aunque no muy abundante en la elección. Las guías para las actividades eran excelentes.
Fuimos a mediados de diciembre y había solo otra pareja y nosotros, así que realmente tenía el lugar para nosotros. El personal solucionó el difícil (en todas partes) de confirmación el billete de avión para nosotros con una sonrisa.
Nuestro principal problema fue llegar al rincón del Socorro. Veníamos de Posadas y nuestro conductor decidió tomar el atajo a lo largo de un pobre camino de tierra después de una tormenta de lluvia. Nos impotentes 20 metros por la carretera y tuvimos que esperar dos horas antes de que se rescataron y llevaron en el largo camino para llegar a las 11:00 pm. El atajo estaba bien cuando nos fuimos. Ten cuidado con el tiempo si va a tomar el atajo.
Si no puedes vivir sin teléfono móvil o Internet, este no es tu sitio! Para todos los demás, un trocito de cielo.
La vida salvaje es todo. Desde su asiento junto a la piscina se puede avistar avestruz, carpincho y una gran variedad de aves.
Los guías están disponibles para llevarlo para paseos a pie, en coche tours y paseos en barco. Allí vimos vaymans, ciervos, armadillos, y muchos otros animales y aves, hay demasiados para mencionar.
La comida y el servicio fueron excelentes y la habitación era amplia y cómoda.
Muy recomendable para pasar unos días de maravilla y relajación
Mi marido y yo pasamos 2 maravillosos días aquí en marzo. Volamos desde Posades en un pequeño Cessna, qué manera fabulosa para ir, volando sobre los humedales y el aterrizaje en su aterrizaje privada. Nos dieron una cálida bienvenida por el personal más atento de los cuales hablaban inglés. Nuestra habitación era grande con una cama tamaño king y una sala de estar que daba a la hermosa piscina. Todo aquí es de primera, desde la deliciosa comida a los hermosos alrededores con vida silvestre en abundancia, y por supuesto su gente. Recorrimos los humedales en un barco con nuestro guía maravilloso Mingo y vimos Caimán y miles de aves diferentes. También disfrutamos nuestro paseo a caballo en sus bien entrenados caballos tranquilos a través de los pastizales abiertos y zona arbolada donde estábamos buscando monos aulladores. Pasamos un mes viajando por Argentina, y éste fue sin duda lo más destacado para nosotros. Gracias a decir Hueque nuestra guía de viajes para recomendar este lugar para nosotros. ponerlo en tu lista de lugares para ir si planeas visitar Argentina!
Las habitaciones son muy amplias y decoradas bella y sobriamente con estilo de estancia. Pese a que no hay aire acondicionado, no se siente el calor. Sí hay ventilador de techo y cerrando las ventanas de día y abriéndolas de noche como se aconseja al huésped al llegar, es suficiente.
Las camas muy cómodas y grandes.
Las comidas, que era algo que realmente no nos preocupaba, fueron excelentes. Muy sanas y sabrosas, con vegetales de la propia huerta.
Nuestro objetivo fundamental era observar aves; se cumplió más que ampliamente. Pudimos observar tanto en las inmediaciones de la estancia, como en cada una de las excursiones. Si no es el objetivo primordial del viajero, también las actividades y las instalaciones colman las expectativas de relajarse, contactarse con la naturaleza y descansar.
En verano los días se organizan con los paseos bien temprano por la mañana y a partir de las seis de la tarde, porque en otros momentos del día hace realmente mucho calor. En las horas cercanas al mediodía las mejores opciones son siesta reparadora (luego del almuerzo y del madrugón para para pasear es lo que es más bienvenido) y luego un refrescante momento en la piscina, antes de tomar una merienda y volver a salir a pasear.
Según mi experiencia, aconsejaría tomar los servicios con todo incluido, ya que al estar alejada de cualquier localidad, no es posible almorzar o cenar en otro lado. Las excursiones, tomándolas como incluidas, terminan siendo más convenientes y siempre es bueno tomarlas para aprovechar el tiempo y el lugar.
En cuanto al traslado, nosotros fuimos en bus hasta Mercedes y luego teníamos contratado en transfer de la estancia. En principio, nos estaban esperando a nuestra llegada. Sí es más caro que cualquier otra opción, pero da la tranquilidad de que podrán hacer el camino de entrada al lugar. A nosotros nos tocó al regresar a Mercedes un diluvio que se largó de repente y pudimos llegar sin problemas. El camino está en algunos tramos en buen estado pero en otros no, además es arcilloso y si llueve realmente no es posible transitarlo sin vehículos especiales.
Además, el servicio se cotiza por tramo, y como nosotros lo tuvimos que compartir de ida y lo pudimos compartir de vuelta, a pesar de que lo habíamos pagado por adelantado, nos reintegraron la mitad del importe en cada tramo, sin que nosotros lo pidiéramos.
El personal de toda la estancia es muy amable. No da ganas de dejar el lugar. Dan ganas de repetir la experiencia.