Después de años de estar en francés be / Bs, este es sin duda uno de los mejores. Philippe es un anfitrión maravilloso en esta propiedad de buen gusto y fascinante. La casa data de mediados del siglo XVIII y ha sido restaurada con simpatía. Nuestra habitación era espaciosa, con un baño de buen tamaño, sin azulejos resbaladizos. La salle a pesebre fue igualmente agradable. Lo que fue realmente fascinante fueron los restos de la cantera romana (?) En la parte posterior de la propiedad desde la cual se construyeron las murallas de la ciudad y luego la posterior vivienda. Nos dieron una visita entusiasta y muy apreciada de las cuevas y el jardín lleno de hierbas. El desayuno era excepcional, huevos revueltos en un tema especial de los propios polluelos, yogures, queso, cruasanes y pan de Philippe. Un espacio de estacionamiento también! Un paseo de 10 minutos sobre el río a través de los jardines botánicos te lleva al centro de la ciudad con sus iglesias románicas. ¡Brillante!
Fecha de la estadía: junio de 2018Tipo de viaje: Viajó en parejaCalidad/precio
Habitaciones
Servicio
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