Mi agente de viajes me reservo este hotel, ante la nula disponibilidad en el hotel donde me alojo habitualmente en Comodoro Rivadavia. Y mi sopresa fue grata.
Un poco (bastante) alejado del centro, y en pleno distrito industrial, este hotel boutique desentona (gratamente) con el el resto de los hoteles de la zona. Muy bien decorado, con un minimalismo extemos, va de la mano con el buen gusto y la atencion del personal es impecable.
Tal vez un poco altos los precios, pero como me aloje en una suite superior, no sabria comparar los precios.
Mi habitacion era realmente GRANDE, tal vez mas grande que mi departamento en Buenos Aires, muy moderna, separada por una pared de vidrio esmerilado, con un living con su propia televion, una mesa con 4 sillas y un gran sofa de cuero.
Como siempre escribo aqui, AMO que los hoteles esten olvidandose se las alfombras en las habitaciones, ya que la moquette, solo causa alergias y mugre,
El baño... SOÑADO, un jacuzzi de buen tamaño con una ducha aparte, doble bacha y amenties buenos aunque algo escasos.
El restaurante, decente, mal decorado, ya que recuerda a una fonda de barrio, pero lo complementa con la buena calidad de la comida (la que tardaron aprox 40 min en traer) y su muy muy muy inolvidable canasta de pan recien horneado.
Una linda opcion en su viaje de negocios en Comodoro, ya que si vienen por placer, no se hospedarian tan lejos del centro.
El punto en contra: el hotel esta sobre una avenida.. y la aislacion sonora no es de lo mejor.. me hospede en un 2do piso ylos ruidos de la calle eran realmente intensos.
El wifi no era de lo mejor.
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