Simplemente, un lugar increíble. Con muelle privado donde ya se ven yacares y carpinchos. Habitaciones cómodas, amplias. Pensión completa exquisita y variada (4 comidas) 100% casera. Atendido por su dueña Maita y su mano derecha Manuel. Rolo, el guía del lugar es brillante y ayuda a coordinar todo lo que tengas ganas de hacer. Muy recomendable!
Ya nos habíamos alojado ahí varios años atrás. No me gusta demasiado repetir alojamientos con la idea de conocer lugares diferentes. Sin embargo esta vez no dudamos en volver a disfrutar de este espacio maravilloso de Maíta y Julio. El lugar es espectacular, a unos metros de la laguna; cálido, de muy buen gusto, atento a todos los detalles de decoración manteniendo austeridad y un look bien local. La atención súper personalizada. Todo el tiempo atentos a nuestras necesidades, tanto por parte de sus dueños, como de Manuel, Rosa, Julián y todo el personal en general. Se incluyen las 4 comidas. Variadas, muy ricas y abundantes (entrada, plato principal y postre). Tienen actividades incluidas cada día coordinadas por Rolo quién además se ocupa de las salidas en lancha, gran conocedor del lugar, atento y cordial. También disfrutamos de una caminata nocturna guiada por Silvina, una genia que muestra su tierra con una pasión indescriptible, y un enorme conocimiento de la naturaleza que nos rodeaba. Sumamos un paseo a caballo guiado por Miguel que nos llevó hasta un lugar a donde pudimos ver unos monos carayá. Lugar ideal para los amantes de la naturaleza, la paz y el relax. No se me ocurre que pueda haber en la zona un mejor lugar para alojarse y sentirse tan mimado.…
Reúne todos los requisitos. Alojamiento acogedor, ubicación perfecta, comida exquisita, actividades varias. Tanto el personal como los dueños nos hacen sentir como en casa. Sin duda los Esteros del Ibera son un lugar único que vale la pena conocer!
Tuve la suerte de pasar 5 días en la casa de Maita y Julio. Realmente un lujo. La calidez humana, la decoración exquisita, las comidas a cargo de Manual y Juan es algo de lujo. Estoy muy feliz de haber conocido Los Esteros del Iberá en este rancho hermoso.
Fue la mejor elección para el viaje que realizamos, tenia mucha ilusión de conocer los Esteros y alojarnos en un lugar tan cálido como Ranchos fue hermoso. Las charlas con Maita; los almuerzos compartidos con los otros huéspedes, la gran mano de Manuel para las delicias con las que nos deleitaba en cada comida. Ha sido todo fantastico. Cumplí años estando allá y me han sorprendido con un Rogel RIQUISIMO!!! Despertar con el canto del pajaros, ver la naturaleza de la mano de Rolo y su excelente atención. Si tienen dudas donde ir, Ranchos es la opcion! La calidez humana que hay allí en invaluable.
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