Muy buena experiencia. Gerardo y su hijo definitivamente sin muy buenos anfitriones. Volvería sin dudo para relajarse con tu pareja o familia. Queda muy cerca del pueblo y de la piedra a tan solo 10 mins caminando. Las zonas húmedas son perfectas para una estadía chevere. ( recomiendo el Jacuzzi que es caliente) ya que el frío no me gusta jeje. Volvería sin duda alguna
El Hotel es bien limpio y la atención es muy bueno. Lo mejor fue el paseo en barco que ofrece el Hotel. El Yacuzi con calefacción es agradable. El desayuno puede tener mas variaciones pero es suficiente. Recomiendo este Hotel.
Está ubicado a 5 minutos en vehículo del centro de Guatapé, tiene una hermosa vista a la represa y está muy cerca de la Piedra. Es tranquilo, las habitaciones son modernas y muy limpias, con balcones con vista a la represa. -El personal es amable. Prestan la opción de tomar viaje en bote por la represa saliendo y llegando desde el hotel. Tiene un jacuzzi grande y tibio, pero la piscina es fria teniendo en cuenta el clima de Guatapé. Las comidas incluidas en el menú del hospedaje son buenas, sin embargo, las sopas son poco variadas.
El hotel Verony está a 5 minutos del pueblo, es moderno pero sin lujos. Para destacar la vista desde el balcón, la limpieza de sus habitaciones, la pulcritud en ropa de camas y toallas del baño. La piscina es una zona agradable para disfrutar una cerveza.
Para hablar de este hotel es importante recorder cuanto cuesta. Desde ese punto de vista mi crítica puede parecer dura. Acá mis impresiones: Positivo: lo mejor es la relación precio/calidad. El hotel es nuevo. Pedimos una habitación familiar, y aún cuando es muy pequeña, cumple con todo lo necesario. La alimentación es buena, de gusto más bien neutro, lo que facilita que casi todo el mundo quede conforme. La zona húmeda es pequeña y la piscina fría, cosa que te advierten desde el principio. Negativo: el tema acá es el servicio, cosa que tiene poco que ver con el precio del hotel. Desde que llegas te recibe una recepcionista, sentada, con mala cara, que más que recibirte, te advierte de todas las reglas del hotel, para que después no reclame. El estacionamiento es amplio, pero como se lo facilitan a Comfama, se llena. Apenas llegué me bloquearon la salida, aún cuando advertí que era huésped del hotel y que iba a salir. Lo más desagradable es un señor gordinflón, de muy mala presencia, que se pasea por todas las áreas comunes del hotel. Es lo más parecido a un "Inspector de Ambientes", que invade tu privacidad...pasa metiendo las manos en la piscina, se sienta a comer en las mismas mesas de los huéspedes, pasa por tu lado de manera permanente...te sientes vigilado. La comida es buena, pero la forma de servir es lo más parecido a una cárcel....en una línea donde te miran como sospechoso...no vaya a ser que quiera comer más de la cuenta... En fin, el lugar no es malo si consideras lo que vale, pero deben profesionalizar el servicio.…
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