Estamos encantados, tanto con el sitio, como con el dueño, Miguel, ha sido muy atento en todo momento, el sitio es para repetir , bonito, encantador, y con mucha paz , la casa acojedora, hemos estado como en casa en todos los sentidos , llevamos a nuestra mascota , desde luego repetiremos en el mismo sitio , la casa muy limpia y no le faltaba de nada . Pudimos usar la bbq y genial, desde luego un 10
El Pueblo es un lugar de cuento, solo por eso, merece la pena pasar un finde allí. La casa es muy acogedora, nosotros estuvimos en una pequeñita, que, para una pareja es perfecta. Si que he echado de menos algo más de menaje del hogar, porque aunque solo seas dos, a veces no te apetece estar limpiando cada vez que utilices algo, pero por lo demás, genial. La calefacción funciona muy bien, incluso tienes un calefactor en el baño, que para mi fue lo mejor, jajaja. las vistas son espectaculares y luego tiene un porche que compartes con el resto de las casas, pero que nosotros estuvimos solos. En frente hay un bar, pero con tu porche y tus cervecitas ni lo necesitas, jajaja. Y por último hablaros de Miguel, el dueño, es un hombre muy encantador, está para lo que lo necesites, además sabe muchísimo sobre la historia del pueblo y esta encantado de contártela y para nosotros fue un placer escucharle.…
La casa estaba bien, limitada en cuanto a decoración y utensilios pero pasable. Las camas son súper pequeñas. Nosotros íbamos con intención de descansar y desconectar porque nos hacía mucha falta. Nuestra sorpresa al llegar fue que la casa estaba completamente alquilada al grupo de moteros, unos 14 o así, y según Miguel “nos había puesto en la lateral para tener más intimidad” UN DESASTRE, intimidad cero, un porche súper bonito para desayunar y hacer bbq pero es bloque conjunto para toda la casa, con lo cual si salíamos a desayunar o cenar estaba todo el grupo con la música a toda leche y tú en un rincón, invasion total, jaleo hasta las 3 de la mañana con la música y golpes. Horrible. Sinceramente creo que ya que tenía ese fin de semana nuestra única habitación libre, hubiera sido un detalle “perder” ese dinero y dejarla vacía que alquilarla en esas condiciones. El resto de la casa alquilada a moteros gritando, fumando porros y liándola hasta tarde. Como para ir con tu hijo vamos! No volveremos, aún habiendo perdido una noche, merece la pena mirar alguna más apartada donde exista más respeto. Esta claro que la culpa no es de Miguel, el dueño, pero si ve que le llegan 14 tíos en moto como mínimo hubiera estado bien avisar y que hubiéramos decidido ir o no sabiendo que llegaríamos tarde y tener capacidad de reacción. Con nosotros le ha salido redondo desde luego, le dejamos la casa impoluta y pagamos una noche que no utilizamos por temas personales. No volveré a El Arranca ni por asomo. Una pena Miguel! …
Es la segunda vez que vamos y la atención excelente como la anterior vez, la zona genial y Miguel muy atento en todo, vistas magníficas y barbacoa en el patio con mesas, buen aparcamiento en la puerta y el bar restaurante enfrente
El lugar un acierto, el alojamiento acogedor, sin problemas, camas cómodas y con todo lo necesario. El dueño muy agradable y atento. Nos informó de los sitios de interés, donde comer, etc. Nos invitó asistir a una charla q daba en la iglesia a un grupo y después tuvimos la oportunidad de escuchar un pequeño concierto de musica tibetana q daban a continuación. Sin dudarlo volveriamos.
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