Reserve ahi y cuando llegue me mandaron a otra posada muy inferior porque no habia lugar. Me termine yemdo antes y cuando hice la queja por instagram, me bloquearon. Esa es la atencion al cliente que tienen. La verdad es una verguenza que traten asi a un huesped
No se puede explicar la sensación de salir del cuarto y ver Zorros, ñandúes, ciervos, carpinchos y muchos otros animales en su habitad natural Es como un safari pero con animales autóctonos de los esteros. La guía Delfi es una apasionada de lo que hace. Tiene una paciencia con los chicos, un carisma y una capacidad de transmitir su conocimiento espectaculares. Mingo es un genio absoluto que transmite su amor por este lugar. Los programas son todos lindos. Solo mejoraría la gastronomía que decayó bastante de la última vez que habíamos ido hace 3 años
Además de las preciosas instalaciones, el lugar rodeado de fauna, como ñandúes, carpinchos, zorritos, destaco, sobre todo, la calidez y la atención de TODO el personal. Fue una experiencia muy interesante en un rincón bellísimo de ese paraíso que es Iberá. Quizá las altas temperaturas hicieron que algunas excursiones fueran agotadoras, pero era verano y así son las cosas. Un punto negativo fue el mantenimiento de la piscina, no estaba el agua como debiera estar. Se necesitarían más enchufes en las habitaciones, a pesar de que la filosofía del lugar es desconectarse. Nuestra cabaña Ñandubay comodísima con una galería preciosa. A destacar el trabajo de conservación de la fauna y la introducción de especies que estaban extinguidas, es bueno saber que con nuestra estadía…
Un lugar soñado q si tienen la posibilidad de ir, deben ir. La atención es espectacular, los guias divinos y super atentento, la comida...sin palabras, una cosa increible y el desayuno imperdible. Un viaje super interesante y diferente para hacer con chicos. Las habitaciones son divinas y muy grandes con espacio para todo, baño impecable. La limpieza un dia. Todo es lindo, ronda la buena onda y la buena predisposición. No duden en ir.
Todo lo que ofrece Rincón del Socorro es maravilloso: los cuartos, la comida, y por sobre todas las cosas su gente. La atención es increíble. Obvio que esto rodeado de la maravilla de los esteros del Ibera
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