Excelente lodge de campo en el corazón de la selva misionera. Las cabañas tienen mucha intimidad y son muy lindas. La atención esmerada. Esta muy bien ubicado para visitar los imperdibles saltos del Mocona. Tiene bajada propia al rio. Otro imperdible es el paseo en kayak que organizan desde el hotel saliendo por un arroyo y llegando temprano a una playita desolada en el río Uruguay.
Atención exclusiva de sus dueños muy amables y calidos. Una vista increíble mucho verde y sonidos del bosque que te transmiten mucha armonía y Paz. La comida riquísima. Protejen y respetan la naturaleza. Volveremos ! !! Estamos encantados!
Si alguna vez visitas saltos del mocona no te alojes nunca en este lugar. Las cabañas estan pegadas a la ruta asi que a partir de las 6am podes escuchar junto al canto de los pajaros el ruido de camiones, autos y motos transitando. La relacion precio calidad es un desproposito, literalmente un abuso. Pagas exactamente el doble de lo que vale. Se corta la luz continuamente, no hay luces de emergencia ni se permiten velas. El agua sale fria, la ducha se cae mientras te bañas lo cual es sumamente incomodo. El jardin privado que los dueños llaman reserva es un pedacito de monte y selva que no te permiten caminar, a menos que pagues aparte. El valor por noche es de 17mil pesos, al cambio actual cerca de 90 dolares, pero para andar en kayak tenes que pagar aparte, y si queres ver simplemente el arroyo tambien tenes que pagarle al dueño un extra. Sebastian es el nombre del dueño, que tambien es el "guia". Un hombre irrespetuoso, maleducado y violento que no merece ser visitado. Reservamos tres noches y solo pasamos una muy mala. Preferimos perder el dinero a seguir aqui. CHA CRAS DEL AGUA...ABSTENERSE.…
Lindo pero caro. La cabaña donde nos alojamos es amplia para dos petsonas, el predio cuenta con 3 cabañas de madera, pero de muy buena calidad, sin TV, con aire acondicionado ycama confortable con buena ropa de cama. Solo wifi en el area de la pileta (pequeña premoldeada). El desayuno muy rico con productos de la zona. La atencion de Maria muy buena. Es un lugar retirado que necesariamente se debe cenar en el complejo, siendo la misma con un precio excesivo al igual que las bebidas, ademas la cabaña no cuenta con frigobar, lo que impide independencia en el consumo. Entiendo que el desarrollo turistico en la zona debe ser muy dificultoso, pero me resulto caro para lo ofrecido.
Fuimos a alojarnos con amigos por dos noche en enero. En nuestro grupo éramos algunos chicos de bs.as y otros de misiones, quienes habían armado el itinerario para que conozcamos la provincia junto a ellos. Apenas llegamos, Sebastián el dueño, se mostró molesto porque éramos 8 amigos y no dos familia, él en ningún momento nos había preguntado esto previamente. Durante la primera tarde Sebastián siempre tuvo un mal trato con nosotros, reaccionando mal a todo lo que hacíamos, por ejemplo caminar por el predio para ver la selva. Esto llegó al nivel que cuando uno de los chicos fue a buscar un bolso que se había olvidado en su auto y cerró el mismo, el cual hace ruido de bocina cuando cierra, lo escuchamos gritar "porque no se calman un poco estos porteños de mierda" desde su cabaña. Viendo que no teníamos nada que hacer por la noche nos pusimos a jugar al truco en la galería de nuestra cabaña, pero sin previo a viso, a la 1 AM Sebastián nos cortó la luz, por lo que nos fuimos a dormir. Cabe aclarar que éramos los únicos huéspedes en el predio. También es importante recordar que esto se encuentra en el medio de la selva, lo que significa que no pudimos ni prender un ventilador sea por calor o para espantar bichos y ni siquiera teníamos luces para ir al baño, si no era con un celular. Al otro día después del desayuno el chico que había realizado la reserva le fue a comentar a Sebastián que realmente estábamos incómodos con su trato y que si realmente no quisiera que estemos ahí le pagábamos la noche utilizamos y nos retirábamos. Su respuesta a esto fue "o me pagan las dos noches o no salen de la provincia de Misiones". El tomó una posición muy violenta al escuchar nuestra propuesta, empezó a insultarnos y filmarnos, cerró el predio con cadenas y candados, no permitiéndonos salir "hasta que paguemos todo", nosotros no queríamos escaparnos ni nada, solo arreglar la situación. Dado esto nos juntamos en las cabañas a debatir que hacíamos, y finalmente decidimos pagarle y quedarnos la noche restante. Cuando le fuimos a informar esto a Sebastián y también alcanzarle la plata lo encontramos en una esquina de su pileta, con un machete en la mano, un chaleco (con quien sabe que adentro) y sin hablar. Apenas me acerqué para darle la plata me dijo "deja la plata en esa bandeja y no te me acerques" mostrando su machete. Sumado a esto nos había cortado el WIFI dejándonos totalmente incomunicados, ya que en la selva no hay señal. La verdad que los minutos que vivimos después de esto fueron completamente horribles y tensos. En resumen quería que le paguemos y que nos vayamos, osea pagarle por algo que no nos dejaba usar, y cualquier intento de razonar con él nos trataba de violentos y nos amenazaba con su machete. Finalmente le terminamos pagando, o nos terminó robando y nos fuimos, claro que esto es una versión bastante ligera del mal momento que pasamos cuando nos tenía amenazados y encerrados. Espero que esta experiencia sirva de advertencia para cualquier persona que consideré este lugar como opción de alojamiento, ya que el lugar es bastante alejado y reservado, atendido por alguien que no se encuentra bien de la cabeza, lo cual lo vuelve muy peligroso.…
¿Es el propietario o administrador de este establecimiento? Solicite su perfil gratis para responder las opiniones, actualizar su perfil y mucho más.
Solicitar su perfil