Después de 35 años volvimos a este hotel. Construido por Hilton, pasó a ser durante una tiempo sede de los revolucionarios antes de renombrarse como Habana Libre. Ahora nada es igual en La Habana. El hotel intenta sortear las dificultades que supone mantener un edificio de ese porte en las circunstancias actuales. Buen desayuno, personal solícito, la piscina, las vistas, y las habitaciones reformadas, son los puntos fuertes de este alojamiento. Y siempre hay un gran ambiente en esa esquina de L con 23. Tomarse un café en la terraza de La Rampa es un privilegio.
Estuvimos en el hotel para celebrar el cumpleaños de mi esposo y hemos quedado maravillados con la profesionalidad y amabilidad con que los trabajadores te hacen pasar una estancia tan agradable e inolvidable. Los servicios gastronómicos son un deleite (Restaurantes Buffet, Polinesio y Barracón, y en la piscina), la mixología en todos sus bares es exquisita, la habitación limpia y confortable, la piscina muy grata. Pero lo más sorprendente fue cuando en la mañana (día del cumpleaños) le llevaron de obsequio, a la habitación, un exquisito cake de nata de chocolate y una botella de vino. Estamos muy contentos y agradecidos por regalarnos tantos momentos bellos.
El viernes pasamos el día en familia en la piscina del Hotel Habana Libre. Hay oferta de comida, pizzas, sándwiches, refresco y bebidas, con un buen servicio. Es un lugar tranquilo, agradable, céntrico, ideal para pasar un buen rato en familia.
Hotel de 5 estrellas, en España escasamente llegaría a tres, falta de comida en los restaurantes, falta de agua, falta de limpieza y sobre todo mantenimiento del hotel desastroso, habitaciones sin aire acondicionado, cuando cortan la luz de la zona del vedado, barrio donde está ubicado, falla el agua caliente y se corta el aire acondicionado de todo el hotel, en su día seguro que fue un gran hotel, hoy no, va acorde al estado de La Habana, decrépito.
Totalmente decepcionados con este hotel. A 100€ la noche, no pueden dar el servicio que dan. La limpieza no es todo lo pulcra que debiera, la remodelación completa que necesita es urgente y la calidad de los servicios que presta deja bastante que desear. Ejemplos: 1- Los dos únicos restaurantes que tienen no tienen comida que ofrecer a sus huéspedes. A veces ni agua. No pongan de excusa el bloqueo, por favor: en el restaurante de enfrente hay de todo. Ya en el buffet se nota la falta de calidad, cantidad y variedad. 2- el wifi solo va a ratitos y mal. Igual que el aire acondicionado. 3- los ascensores se ve que siguen siendo los mismos desde antes de La Revolución porque el estado es deplorable. Tanto que me quedé dos veces encerrada viviendo así los momentos más angustiosos de las vacaciones. 4- el ambiente de la piscina es muy extraño, deja bastante que desear.…
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