Todos los años se repite el mismo problema: la dificil convivencia entre los chicos y sus padres y el resto de los adultos. El comedor, la pileta, los pasillos, el lobby resultan terriltorios exclusivos de los chicos y sus condesdendientes padres como si sólo a ellos el hotel les perteneciera. No es posible que en el comedor anden corriendo o andando en triciclo o que los pasillos se transformen en pistas o que virtualmente se cierre la pileta para sus juegos. Como mínimo, una vez más, se hace necesario poseer otra pileta y, necesariamente, imponer elementales reglas de convivencia.
Excelente lugar, cerca de la ciudad y con la tranquilidad del campo, actividades para todas las edades, excelente servicios de comida, atencion del personal, y estar desayunando viendo el salir del sol,o cenar viendo la caida del sol, hacen del lugar una experiencia agradable. Para ir una y otra vez.
Lo bueno: El predio es de varias hectáreas, ya que tiene cancha de polo. La pileta muy cuidada en cuanto al agua y limpieza (el techo con principio de óxido). Habitaciones muy amplias con vistas al campo. Buena limpieza y atención del personal. Aire acondicionado a full y buen desayuno, bastante completo. Los domingos quincho con parrilla libre que te van sirviendo tipo espeto corrido de buen calidad. Lo malo: La comida (sacando almuerzo de domingo) un desastre, es autoservicio, y los platos calientes se enfrían rápidamente, pastas pegoteadas, carne poco tierna, pescado lleno de espinas y bifes con el punto que se le da la gana al cocinero (chef es un título muy alto). Por último hay gran cantidad de reposeras de buena calidad pero sucias con guano de pájaros que no limpian jamás. Es lamentable, no creo que vuelva por estas últimas cuestiones.…
El hotel tiene unas vistas hermosas, las habitaciones son cómodas, el personal super atento [en especial un joven de mantenimiento que se encargó de solucionar un inconveniente con el aire acondicionado buscando una habitación disponible con funcionamiento y una moza rubia bajita que esta tarde/noche]. El mantenimiento edilicio podría mejorarse. Pero la comida, te arruina la estadía. Desde los productos que se notan no tan frescos, la cocción mala, frutas en estado casi para tirar como decoración del desayuno, aceites con varios usos que se notan en las comidas, hasta MOSCAS en el comedor. La cocina se veía limpia y el personal predispuesto, deberían mejorar la materia prima de manera urgente, nos fuimos 4 horas antes del check out por estos motivos, y no fuimos los únicos con quejas por el estilo. Es una lástima que la experiencia no sea del todo agradable por ese motivo.…
La pasamos súper lindo disfrutando sobre todo del espacio verde que ofrece el hotel. Lo que más me gustó fue la gastronomía que me sorprendió gratamente. Las opciones fueron super variadas y ricas (ambos sin ningún tipo de restricción alimentaria). Disfrutamos mucho de la pileta y las distintas actividades que se pueden aprovechar: andar en bicicleta, jugar al ping pong etc. Esperamos que durante el año puedan realizar algunas tareas de mantenimiento de algunas áreas públicas que lo requieren para que no se estropeen y poder volver a visitarlos pronto!
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