Estuvimos dos noches. Si bien el hotel es hermoso y el paisaje que lo rodea es espectacular, las habitaciones dejan mucho que desear a lo que se ve por fuera. Las habitaciones no son nada del otro mundo, son como cualquier hotel de gama media, son relativamente pequeñas, es decir literalmente solo para dormir. No tienen frigo bar, ni pava eléctrica como ofrecen en otros hoteles de Mendoza (incluso de menor costo). También se nota que no están en muy buen estado, tampoco tienen un escritorio o mesa pequeña para sentarse con la computadora si hay q trabajar, las paredes del baño tenían la pintura descascarada con humedad y el aire acondicionado para calefaccionar no funcionaba. La única solución que nos daban era cambiarnos a una habitación que encima era de menor categoría de la que nosotros pagamos. En cuanto al desayuno: el café estaba frio, el jugo de naranja no es exprimido (nada natural), poca variedad de frutas, no tenían leche de almendras (antes estuvimos alojados cinco días en chacras de Coria y tanto el hotel como restaurantes o confiterías ofrecían opciones veganas, incluido la leche vegetal). La atención de los mozos es excelente, pero la comida no es nada del otro mundo. La gastronomía en Mendoza sorprende, y en este hotel deja mucho que desear: ñoquis a la plancha no eran a la plancha, el panqueque de dulce de leche estaba totalmente frio como recién sacado de la heladera, para el vegetariano hay dos opciones nada mas de plato principal (tres si contás la pizza). No recomiendo para nada este hotel. Es una pena porque está en un lugar hermoso, pero solo eso, pagas el lugar hermoso....…
Transcurrimos dos jornadas completas alojados en el hotel ( días de semana -dos parejas . No solo acompañó el clima con espléndidos días otoñales , sino que , tanto la comodidad de las instalaciones ( habitaciones , espacios interiores de uso común con hogares a leña, poltronas en jardín próximas a piscina y contiguas a viñedos , su enclave y paisajes y entorno como la esmeradísima atención y predisposición de todo su personal y la calidad y abundancia de su desayuno al igual que los platos de su cocina , tornaron de una estadía inmejorable y digna de destacar .Adelfo el.mozo del restaurante , un fenómeno con todas las.letras de esmero servicial y calidez .Felicitaciones a la empresa responsable de su explotación.
Algunos de los empleados del front desk no estaban bien dispuestos para la asistencia de los residentes. Uno de nuestros amigos tenía dificultad para caminar y nos dieron habitaciones con acceso por escaleras. La mampara de la ducha hacía difícil el ingreso a la misma
Llegamos al hotel al mediodía para almorzar. El hotel es bellísimo! Tiene una vista que te deja sin respirar deo hermosa que es! Comimos en la terraza el menú de parrilla que estaba super rico y abundante, llevamos nuestro vino y el descorche es económico. Los camareros son super amables, simpáticos y atentos! Cuando terminamos de comer fuimos a la parte de la pileta y recorrimos los viñedos. Una experiencia inolvidable y 100% recomendable!
Hermoso lugar, con una vista estupenda y una calidad humana para destacar. Nos alojamos por 2 noches y probamos su deliciosa cocina y sus exquisitos vinos. Sin duda un lugar para descansar y disfrutar! Gracias por la buena onda y el buen trato que recibido, esperamos volver pronto!
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