Es como tener tu propio piso, muy amplio, amueblado y decorado con gusto actual. Y como en tu propio piso, entras y sales con total independencia. Es caro, salvo si haces el cálculo por metro cuadrado, en que mejora la calidad-precio de cualquier hotel. Está muy bien situado, prácticamente en la plaza de la Casa del Cordón. Y la cafetería Ojeda, justo debajo, te sirve muy bien de comedor de desayuno. Lo recomiendo para estancias de varios días, si valoras la independencia.
Estuve alojada por motivos laborales en estos apartamentos durante dos meses. La ubicación es muy céntrica y las instalaciones están cuidadas. El servicio de limpieza es como el de un hotel, por lo que disfruté de una estancia con todas las comodidades. A pocos metros hay una tienda de productos Gourmet llamada de Delicatessen Ojeda que según me dijeron es del mismo grupo y tiene cosas riquísimas.
Apartamentos totalmente equipados en pleno centro de Burgos con todas las comodidades que se puede esperar de un hotel de su categoría pero con la libertad de los apartamentos. Las tapas de la Cafetería Ojeda, de la misma cadena, son obligatorias y también el cordero de Casa Ojeda. Recomendado.
Situado en una buena zona. Nuestra estancia fue de dos semanas. Apartamentos minimamente amueblados y con dudoso gusto, de Ikea, a un precio astronómico, gélidos, oscuros y muy ruidosos. Limpieza deplorable, pocas veces a la semana, y ninguna si coincide con festivos, y con utensilios sucios y mal olientes de la limpieza de otros apartamentos. Camas pequeñas empotradas entre las paredes de habitaciones minúsculas. Mal atendido y mal gestionado. Toda una decepción para la fama del Ojeda en Burgos, un restaurante histórico, caro pero aceptable. No volveré.
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