Estuve en el hotel Abba de Burgos una sola noche, desde media tarde del Lunes 6 de Marzo hasta el medio día del siguiente día. Era un alto en un largo viaje para hacer noche y descansar dentro del hotel. Por eso contraté una habitación “premium”. El hotel está en un edificio deslumbrante y solemne de estilo herreriano que fue un antiguo seminario. La arquitectura es lúgubre y poco acogedora—aunque eso, claro, depende del gusto de cada uno—pero el hotel es muy limpio y las instalaciones son aceptables tanto en los baños como la iluminación, la calefacción, los ascensores o el wifi. Aunque tiene cuatro estrellas, el hotel no cuenta con un restaurante (al menos, aquel día), las habitaciones son ascéticas, el parking está separado del edificio por una cuesta pronunciada o, alternativamente, por un largo tramo de escaleras y sin ascensor directo al hotel (y cuesta 21€ la noche!), de manera que el acceso es harto incómodo y aparcar en la calle es una misión casi imposible. Pero el talón de Aquiles del lugar es el servicio. Mientras leía tranquilamente sentado en una silla de plástico (la habitación Premium no contaba con un sillón) el respaldo de la silla y parte de los reposabrazos se quebraron de repente. Afortunadamente, mi caída fue amortiguada por una cama situada tras de mi en la que topé con la nuca y la espalda. Quedé encajado entre agujas quebradas y puntiagudas y un poco conmocionado. Esperé que la dirección—el director no estaba hasta el día siguiente—se ocupase del caso a pesar de haber expresado mi protesta al encargado de recepción, pero el director no dio señales de vida. La indiferencia como política. Olvídense de este hotel, me consta que en Burgos hay sitios con mejor sentido de la hospitalidad. …
El hotel está bien situado, cerca de la catedral, como a 5 minutos. Dispone de parking (de pago). En recepción todo perfecto, gran atención. Las habitaciones bien, pero necesitarían una pequeña actualización, las cortinas estaban un poco regular, y tiene moqueta en todo el suelo que no es muy higiénica. El baño amplio y bien servido, con bañera en vez de ducha. Lo mejor, sin duda, es la piscina climatizada, estando dentro vimos fuera que estaba nevando y no pasamos nada de frío, ¡¡es muy recomendable!! Tiene también un pequeño gimnasio y saunas. Te cobran un euro por la toalla para la piscina, pero merece la pena. El precio es medio y por los servicios, calidad, atención y situación, sin duda lo recomiendo.
El hotel está muy bien,situado a escasos cinco minutos de la catedral y del centro de la ciudad,amplias habitaciones con baño perfecto de ducha y bañera,el único pero es la temperatura de la habitación,con la calefacción a tope y está justo de temperatura,al menos en nuestra habitación.
Solo pasamos una noche dado que fue una visita a la ciudad rápida pero genial, la habitación limpia, bastante espaciosa y la zona de la piscina interior se notaba higiénica también si bien es cierto que no es muy amplia es más que correcta para un rato de relax. El desayuno con una variedad amplísima de cosas, de los mejores desayunos de hotel que he probado. Si vuelvo a Burgos repetiría con el hotel.
Hotel céntrico, muy buen recibimiento, la habitacion amplia para 3 personas, con todos los detalles, limpia y curiosa. Es todo un detalle que no tenga que pagarse para acceder a la piscina y al gimnasio. Desayuno buffet muy completo, en definitiva una muy buena opción para regresar a Burgos y alojarnos en Abba Burgos.
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