Hôtel de Paris
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Información
Bienvenido a Hotel De Paris Monte-Carlo, tu segundo hogar en Montecarlo. Hotel De Paris Monte-Carlo tiene como objetivo conseguir que tu visita sea lo más relajante y agradable posible, razón por la que tantos huéspedes siguen volviendo año tras año.
Para aquellos que estén interesados en visitar puntos de referencia conocidos durante su viaje a Montecarlo, Hotel De Paris se encuentra cerca de Hector Berlioz Statue (0,0 km) y Fairmont Hairpin curve (0,2 km).
Las habitaciones de los huéspedes incluyen televisor de pantalla plana, minibar y aire acondicionado.
También puedes aprovechar algunos de los servicios que ofrece el hotel, como conserje y servicio de habitaciones. Además, los huéspedes pueden disfrutar de piscina y bar durante su visita. Otra ventaja añadida es que hay aparcamiento disponible para los huéspedes.
En Montecarlo hay un gran número de restaurantes de comida mediterránea. Así que cuando estés aquí, no te pierdas sitios como Brasserie du Cafe de Paris Monte-Carlo, Restaurant Joël Robuchon Monte-Carlo y Nikki Beach, que sirven fantásticos platos.
Si buscas algo que hacer, Casino Square (0,0 km), Jardin du Casino (0,1 km) y Japanese Gardens (0,4 km) son buenas maneras de pasar el tiempo y puedes llegar andando desde Hotel Du Paris.
Hotel De Paris Monte-Carlo te acerca a lo mejor de Montecarlo, tratando de que disfrutes de una estancia relajante y agradable.
Ubicación
Opiniones
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- Español
Entonces hablamos por Instagram lo cual nos pareció un poco raro le pregunté qué coches tenía cuando me los dijo le dije que no me interesaban que era un poco viejos que buscaba otra cosa me amenazó me insultó una cosa muy vulgar como para que se hotel trabaje con esas empresas.
Lamentablemente, nunca me sentí como en casa. Suelo viajar a menudo y quedarme en hoteles de lujo, y es muy importante para mí sentirme como en casa, sobre todo porque viajo solo. En el Hotel de Paris, no sentí ese ambiente cálido que siento en otros hoteles, a los que vuelvo felizmente varias veces todos los años. A veces tuve la impresión de que todo era fachada y decorado, lujo ostentoso pero vano.
Hubo un momento en que me sentí realmente incómodo. Un día, pensaba que el desayuno duraba hasta las 11:00, como en la mayoría de los hoteles en que me quedo, y llegué a las 10:40. Para mi sorpresa, había cerrado a las 10:30, pero lo que de verdad me molestó fue la actitud de la señorita que me negó la entrada. Le rogué que me dejara comer algo rápido (el restaurante estaba lleno y mucha gente aún se servía del bufé). Con arrogancia y altivez, me sugirió que comprara algún dulce en el Bar Américain. Esto es algo que jamás esperaría de un hotel de cinco estrellas, y menos aún de la categoría del Hotel de Paris. Me sentí muy triste, poco valorado y molesto.
Fui a la recepción y la recepcionista me sugirió muy amablemente que pidiera servicio a la habitación, incluido en mi tarifa. Pedí exactamente lo que pedía siempre en el restaurante. Y, para mi sorpresa, me cobraron 15 euros adicionales por un sobrecito de té, porque el desayuno americano solo incluye una bebida caliente y ya había pedido un espresso. En el restaurante podía pedir cuantas bebidas quisiese, pero no en la habitación, cuando tomé el desayuno en la habitación porque no me permitieron tomarlo en el restaurante. Me sentí muy molesto y esquilmado. Quince euros son nada en comparación con lo que cuesta una noche en el Hotel de Paris, pero el gesto es muy elocuente: la gota que colmó la copa en ese momento. Me sentí estafado. Todo lo contrario de sentirse en casa. Insisto: el problema no son los quince euros, sino lo que simboliza el gesto. (Por cierto, con ese dinero podía comprarme la caja de 50 bolsitas de té Dammann Frères. De los precios que facturan por cosas básicas, prefiero ni hablar...). Parecería que el Hotel de Paris no sabe lo que vale el dinero. Lo único positivo de la experiencia fue que descubrí que era mucho más agradable tomar el desayuno en la habitación que en el restaurante, donde el servicio era pésimo y la comida poco apetecible.
A pesar de las estrellas Michelin, la comida no estaba a la altura ni del hotel ni del precio. Por lo general, suelo hacer todas las comidas en los hoteles en que me quedo. Lamentablemente, en el Hotel de Paris no daba gusto. No pude probar Le Louis XV, pero ni Le Grill ni el Café de Paris estuvieron a la altura de mis expectativas. Era comida mediocre, por no decir mala, servida entre mármoles y yeso dorado por camareros torpes y malhumorados.
En general, el servicio del hotel fue amable (algunas veces, me dio la impresión de ser una amabilidad forzada), pero no del todo correcto en los pequeños detalles. Lo peor de todo es que carecía de calidez humana.
¿Volvería al Hotel de Paris? No lo sé. El servicio y la realidad no están a la altura ni de la reputación ni del lujo que ostentan sus espacios. El lujo no solo debe consistir en mármoles y cristales, sino en un servicio impecable. Como dice una reseña en esta misma página: "Mon sentiment est que cet hôtel se repose un peu sur ses lauriers et sur son prestige". Ahora que Cecilia Bartoli es la directora artística de la Ópera de Montecarlo, es muy probable que visite la ciudad cada año y puede que vuelva al Hotel de Paris, pues quizá sea el mejor dentro de los estándares monegascos, aunque ciertamente no europeos. Eso sí, no volvería con la satisfacción, el gusto ni el placer que debería producir una institución como esta. El tiempo dirá.
Al hacer el "check-out", un amable recepcionista me preguntó qué tal me había parecido mi estancia. Al percibir mi insatisfacción, llamó a la gerente de turno para que hablara conmigo. En ese momento, no me sentía preparado para verbalizar mis impresiones. Así que acordamos que le escribiría un email con mis comentarios, que, según dijo, eran muy importantes para ella. Así lo hice: le escribí, y nunca recibí respuesta. Yo creo que el silencio dice más que mil palabras...
El interior del hotel completamente renovado del mas alto nivel y modernidad, conservando el toque clasico e historico que tiene.
Los cuartos de gran tamaño y amplitud, baño perfecto, sistema de entretenimiento muy completo.
Vale mucho la pena la terraza de arriba en donde esta la alberca, excelentes vistas en un ambiente bastante a gusto. De Monaco hoy en dia es la mejor opcion sin duda.
"Yo me quedé en cuarto con baño compartido y nunca tuve que esperar para entrar , el baño siempre estaba impecable."Leer la opinión completa
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