La búsqueda del b&b romántico ideal en Boppard no tiene por qué ser complicada. Bienvenido a Haus Weller, una fantástica opción para viajeros como tú.
Las habitaciones de los huéspedes incluyen servicios como mesa de escritorio y zona de asientos, y los huéspedes pueden estar conectados con wifi gratuito que ofrece el b&b.
El establecimiento también cuenta con desayuno incluido para que tu visita sea incluso más agradable. Los huéspedes que lleguen en coche tienen acceso a parking gratis.
Mientras estés en Boppard no dejes de probar demandados platos de schnitzel en Karmeliter Hof, Romerburg o Le Jardin.
Si buscas cosas que hacer, considera Church of St. Severus (0,6 km), Carmelite Church (0,8 km) o Roemer-Kastell Bodobrica (0,6 km), que son atracciones populares entre los turistas a las que puedes llegar andando.
Haus Weller está deseando darte la bienvenida cuando visites Boppard.
Si quieres extremo superior, instalaciones modernas en una sala moderna y luego ir a un hotel moderno y pagar los precios modernos. Si quieres una habitación espaciosa y tranquila en una tradicional, pasado de moda Gast Haus, este es el lugar para ti. No es moderno, no es nuevo, no hay spa o bar, pero hay cubos y baldes de encanto tradicional. Sí, el mobiliario es antiguo pero las camas son grandes y cómodas y todavía está en consonancia con el ambiente general del lugar. Los baños son antiguos, pero muy limpio y funcional. Es un poco exagerado y decir que tiene vistas al Rin, podíamos vislumbrar desde la ventana pero está a menos de 30 segundo paseo. El aparcamiento es muy limitado, pero hay un aparcamiento al otro lado de la calle; yo no sé si hay una tarifa de estacionamiento o si hay algún acuerdo para los huéspedes. Tanto de los propietarios era amable y servicial y encantador positivamente y hablador. Ah, y en caso, nadie ha mencionado. . El desayuno es increíble. Me refiero a realmente increíble, fruta, yogur, huevos, cereales, 4 tipos diferentes de pan, varios tipos de carnes frías, 3 o 4 tipos de queso, lo suficiente para inundar el Rin café, jugo de naranja, fresas. . . . Les dice el desayuno es la comida más importante y Haus Weller asegura que para empezar bien el día.…
Nos quedamos aquí por sólo una noche a finales de abril. Los propietarios fueron muy amables, la habitación estaba limpia y el desayuno es increíble. El lugar parece antiguo, así como los muebles. Pero para lo que pagamos, era una buena oferta.
El mobiliario de esta casa de huéspedes era tan vieja que tenía encanto anticuado. Sentí que había entró en el 1930. La cama era una obra de arte con sus curvas elegantes. Las ventanas eran de color y de cristal de plomo y las aberturas podría haber sido diseñado por Heath Robinson. Nos alojamos durante un momento frío especialmente dura y el radiador vintage mantenía la habitación cálida y acogedora. Sin duda, la decoración podría hacer una reforma pero con un anfitrión muy amable y un abundante desayuno me volvería a alojar aquí de nuevo. No para los amantes del estilo minimalista moderno!
Viajamos a Boppard de Heidelberg para ver los fuegos artificiales en St. Goar (20 minutos en tren de Boppard). Llegamos tarde por la noche alrededor de las 12:00 y propietario del hotel guiado por la noche tarde en inglés y nos guió. Era tarde por la noche, Altougth nos recibió con una gran sonrisa que nos dio una señal de socorro. La habitación estaba limpia y bien cuidada. Es una casa de actualización en un hotel tan bueno para la familia. El desayuno era bueno, aunque no podía comer tanto como teníamos que coger los primeros barcos de dirigirse a St.Goar. Buena hospitalidad con una cálida bienvenida por pareja de ancianos que lleva este hotel. Muy cerca del Río roca Loreley Rin en barco.
Los propietarios eran muy acogedores, y nos dio información sobre la ciudad y las atracciones locales a la llegada. Las habitaciones son muy espaciosas y bien equipadas, y una fiesta para el desayuno se puso muy bien presentado; desayuno continental con café y zumos de frutas para los cuatro de nosotros! En general, la ubicación de Haus Weller es perfecta y tenemos sin duda disfrutamos de nuestra corta estadía en el borde del Rin!
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