No teníamos grandes expectativas del hotel porque alquilamos a último momento pero realmente era peor de lo que imaginaba para lo que te cobran. Muy descuidado. Cortina de baño vieja y le faltaban argollas, sábanas manchadas y amarillentas al igual que los toallones. No tenía cosas básicas como un lugar para poner Cepillos de dientes, no tiene placard, no tiene ni una silla adentro de la habitación. Le faltaba una paleta al ventilador y la dejaron tirada ahí. Los acolchados viejos y diferentes. La limpieza bien pero cuando iban a limpiar solo hacían la cama y a lo sumo pasaban un trapito en el baño. La pileta cero mantenimiento y todos los autos apiñados en el estacionamiento. Como positivo? El desayuno rico y casero. (mejoraría el café) el personal del hotel amable, la cercanía a la playa (salis por el patio del hotel, está al lado literal)…
Buen acceso a la playa, en cuanto a las habitaciones un desastre. Los monoambientes dan asco, están muy deteriorados. Por otro lado desde que llegamos, el piso (de alfombra) estuvo mojado y así estuvo durante los 3 días, por lo que el olor era insoportable. Para nada recomendable...
Un lugar en la calle principal de Ostende . Con estacionamiento propio techado y con buen entorno. Un buen desayuno, pileta climatizada todo el dia y sombrillas de paja . Desde la parte trasera del hotel tienes llegada directa a la playa, se sale a pie por el fondo.
Ubicación a la playa excelente, pileta respetable, lo mismo con el quincho y la parrilla (hay una grande para todos). Las habitaciones, por lo menos lo que llaman los monoambientes, son malisimos. Descuidados, berretas. Una lastima, ademas cobran mas caro que otros lugares, sin necesidad
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