Apenas llegamos al hotel, el administrador se hizo cargo de explicarnos muy bien cual era sus reglas, siendo muy enfático en que sus toallas y sabanas blancas no podían ser manchadas. Éramos 3 mujeres y fue bastante literal en decirnos que nos cuidaramos porque manchas de alcohol, comida y maquillaje estaban prohibidas, que entendía que las manchas “biólogicas” sucedieran pero que por favor tuviésemos cuidado. Un dia pedimos cambio de nuestras toallas porque estaban húmedas y el mismo administrador nos dijo que sólo podía pasarlas por la secadora, cuando llegamos a la lavandería tenía llena de toallas limpias, y cuando le pedimos que nos pasara del stock que tenía, nos responde que eso “no estaba incluido”. En ninguna parte del manual de la habitación hacía referencia al total permitido de cambios de toalla por dia. La habitación bien, baño limpio, desayuno rico, si no fuera por la actitud pedante y arrogante del administrador, sería un hotel ideal. no lo recomiendo para nada…
Queda a unas cuadras de la calle principal, en un lugar tranquilo. La limpieza es excelente y la atención también. El desayuno es muy bueno y todo de buena calidad. La habitación súper amplia, al igual que el baño. Volveremos!
Este lugar es pésimo su administrador un personaje insoportable , arrogante. El servicio pésimo , un desayuno horrible, pésima localización lejos de todo . La higiene dejaba mucho que desear , el precio es un absurdo Pucón te quedas en mejores Hoteles por eso preció. No lo recomiendo . Experiencia nefasta.
Fuimos con mi esposa a relajarnos por tres días y elegí este hotel por su buena reputación, sin embargo... Después de un inexplicable evento (las sábanas se mancharon sin nosotros haber consumido alimento alguno en la habitación, ni usar tintes ni nada...), cuando avisamos a personal del hotel y posteriormente volví a plantear el tema (pasó dos noches consecutivas) fuimos culpados por personal del hotel de haber sido nosotros, incluso tratado explícitamente de mentiroso (por quien se decía la encargada de aseo del segundo piso), y el administrador (indicó que con sus procedimientos era imposible que hubiera algo sucio) y me dejó muy claro que el no me creía. La peor experiencia en un hotel, tras años alojando en hoteles por todo el mundo. Es tanto el desatino de su administrador (Marcelo, creo se llama), que quería revisar personalmente el problema, para lo cual me estaba pidiendo que mi esposa se metiera al baño a las 23:00 (ella estaba en pijama, luego de un día de relajo en las termas). Lo más triste, es que ellos están convencidos que nosotros utilizamos algún tipo de líquido (y que les mentimos) y nos trataron mal. Al final, pudimos ver que efectivamente las sábanas estaban manchadas, pero nosotros no tenemos una explicación razonable para esto, pero eso no les importó. Hicieron que un fin de semana de relajo, se transformará en un alojamiento indeseable. Ojo que piden dejar pagado por adelantado ($260.000 por tres noches), siendo tal el nivel de desconfianza, que incluso nos estaban cobrando por adelantado el consumo de un agua mineral ($1.800, por si su servicio de internet fallaba)... qué más, la verdad es que fue muy vulgar el trato recibido, y quienes somos personas honestas, no tenemos porqué sufrir esto. No se los recomiendo, ni volvería a esas instalaciones. Otros dos puntos en contra: El estacionamiento, no es cómodo y hay que pedir que lo abran, sino hay que estacionar frente al hotel. El desayuno, si bien es un buffet, es muy limitado en oferta de productos.…
Justo y necesario. Su ubicación es cercana al centro, pero existen otros hoteles parecidos más cerca del comercio. El desayuno no es buffet, si bien está servido como ese estilo las porciones son para la cantidad de pasajeros. Tengan cuidado con la ubicación de la habitación ya que las que están frente al volcán da hacia un patio en el que trabajan y no es muy agradable abrir las cortinas.
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