Bienvenido a Hotel Raglan, tu segundo hogar en Mar del Plata. Hotel Raglan tiene como objetivo conseguir que tu visita sea lo más relajante y agradable posible, razón por la que tantos huéspedes siguen volviendo año tras año.
Como está cerca de la mayoría de los puntos de referencia de Mar del Plata, como Gruta de Lourdes (4,0 km) y Torreón del Monje (4,5 km), Hotel Raglan es un fantástico destino para turistas.
Las habitaciones de los huéspedes ofrecen servicios como cocinita, y los huéspedes pueden permanecer conectados con wifi gratuito que ofrece el hotel.
Hotel Raglan tiene conserje para que la estancia sea más agradable. El establecimiento también cuenta con desayuno incluido.
En Mar del Plata hay un gran número de restaurantes de marisco. Así que cuando estés aquí, no te pierdas sitios como Sur Restaurant, Viento en Popa y La Marina, que sirven fantásticos platos.
¿Tienes ganas de ver cosas? Entonces no te pierdas Torre Tanque (0,4 km), Centro Cultural Villa Victoria Ocampo (1,9 km) y Iglesia Stella Maris (1,6 km), atracciones populares de Mar del Plata a las que puedes llegar fácilmente andando desde el hotel.
Hotel Raglan te acerca a lo mejor de Mar del Plata, tratando de que disfrutes de una estancia relajante y agradable.
Excelente lugar para poder vacacionar con la familia, en pleno centro, cerca de la playa y de las paradas de colectivos para poder ir cualquier lugar de la ciudad. La atención es excelente, los chicos super amorosos y serviciales a toda hora. Nosotros llegamos antes del check in y los chicos nos guardaron las valijas para que podamos recorrer y volver cuando todo este listo. Hay una heladera compartida y un jardín en donde podes tomar mate o almorzar si te cocinas algo. Las habitaciones son chicas pero limpias. Yo fui con mis padres y ellos lo disfrutaron mucho, volvería a ir y lo super recomiendo.
Solo para zafar si no conseguiste algo. Para bañarse, dormir y seguir. Llegamos por un sitio de reservas y no había la que queríamos, cuando en la página sí estaba disponible. Nos cobraron muy caro para lo que fue. Habitación antigua, con olor a encierro y una ventana mínima a un patio interno. Baño mínimo y feo. La recepción nada simpáticos. Lo único bueno fue el desayuno y las chicas de la cocina divinas y agradables.
El espacio común (sala de estar, cocina, patio, pasillos) se encuentra bien mantenido y es lindo estéticamente. Las habitaciones dejan mucho que desear en términos de instalaciones. Sin embargo, está bien lo que ofrecen de acuerdo a lo que cobran. Los empleados tienen muy buena predisposición, lo que hace que uno se sienta cómodo. Se pueden utilizar mesas y cocina para comer en el hotel.
Me encontré con un lugar cómodo, tranquilo, sencillo y de ambiente familiar que permite pasar unos días realmente relajantes y por un precio adecuado. Respecto de su ubicación puedo decir que me resultó bastante práctica.
La estadía estuvo muy bien, el hotel tiene ubicacion céntrica. Se destaca por el trato cordial de sus empleados. Deberian mejorar un poco el aspecto de las habitaciones pero despues cuenta con servicios que otros hoteles no tienen (heladera, quincho, etc). Fuimos por 3 noches.
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