Gran estadía en el hostel, muy bien ubicado, instalaciones excelentes y los chicos con muy buena atención y predisposición para guiarnos con cualquier duda que tuviéramos. Desayuno bueno. Mendoza es un excelente destino y volvería a quedarme en el hostel.
No hay algo en particular que lo destaque por sobre el resto. Es normal. Tiene un lindo patio, la habitación cumple con lo básico, tiene desayuno incluido y está bien ubicado. La pile no estaba operativa aún, hubiese estado bueno porque hacía calor. En líneas generales bien.
El Hostel está muy bien ubicado, en centro de Mendoza, a media cuadra de Plaza Chile, a unas 7 de Arístides, se puede ir caminando al cerro de la Gloria. El lugar tiene un patio muy lindo donde seguramente en verano se debe aprovechar muy bien. Destaco por sobre todo la atención, siempre hay alguien en recepción que te puede ayudar a planear alguna excursión o aconsejar sobre dónde ir, qué manera, y sino simplemente para dar charla un rato. El desayuno es muy básico, pero cumple para arrancar. Pedí una habitación con baño privado no tuve ningún inconveniente, Por lo que me contaron el fin de semana largo estaban cubiertos, lo cual me alegra mucho.
La casa es hermosa, la ubicación es genial (si tienen dos minutos pasen por el restaurant Cache bistro que está a 4 cuadras aprox), el recepcionista súper amable y atento en todo momento, solo por el pongo tres y no dos estrellas ya que la limpieza de la habitación dejaba muchisisimo que desear, el baño no tenía pinta de haber sido lavado a fondo hace unas semanas al menos, del techo caía como un aserrin que cuando ingresamos no lo vimos pero al correr las mesitas de luz para enchufar los celus nos dimos cuenta que estaba lleno (habían barrido el piso por arriba solamente), atrás del inodoro y en todos los rincones había aserrin o lo que fuera que era, del control de la tele andaban 4/5 botones, no solemos mirar tele pero después de las excursiones largas y caminatas extensas queríamos llegar, tomar algo frío y levantar un poco las piernas, bueno podíamos ver solo algunos canales de los botones que andaban. Es un lugar muy lindo pero realmente es una pena la falta de limpieza apropiada.. te dicen que la cocina estaba equipada pero encontramos solo un tenedor y un cuchillo grande (teníamos que comer con eso y turnarnos), no hay vasos y solo un plato, si había tazas.. tenían unos tuppers grandes supuestamente con los víveres de cada habitación pero más bien daba impresión ver que había o dejar algo ahí porque tenía pinta que desde hace mucho estaban ahí..…
Me encantó este hostel, los súper recomiendo. Las habitaciones son un lujo: espaciosas, con camas súper cómodas, roperos empotrados muy grandes donde uno puede guardar cómodamente su equipaje, sillones también cómodos, baños en suite limpios y con todo lo necesario, aire acondicionado que funcionaba al pelo, televisor, de todo un poco. Además, el personal fue siempre muy atento y me ofrecieron un trato excelente, ojalá pueda volver a estar en este lugar cuando visite otra vez Mendoza (que dicho sea de paso es una provincia que me encanta) Ah, y si a alguno de ustedes les gustan mucho los gatos como a mí, en éste hostel hay una gatita llamada "Momo" que vendría a ser como la anfitriona del lugar, muy cariñosa y sociable, he pasado hermosos ratos acariciándola
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