Pasamos una estadía lindísima disfrutando dela hospitalidad de sus dueños...la ubicación excepcional por su proximidad a la zona más lindas de Mendoza cerca de museo ..bares y restaurantes. Riquísima desayuno. Gracias No
El cuarto no estaba mal aunque era bastante chico. Había una pileta en el patio que parecía muy linda aunque no la usamos. Lo mejor de este hotel es la ubicación ya que podes ir caminando a todos lados. El desayuno completo con fruta, huevos, café, jugo (no natural) y tostadas.
Alojamiento poco lujoso, muy prolijo, muy cálido, muy limpio. El personal muy amable, dispuesto a ayudar y 24 hs. Habitaciones cómodas, limpias y privadas. Baño super limpio y completo. Desayuno bien, clásico, suficiente. No tiene estacionamiento privado pero la zona muy segura para estacionar en la puerta. Ubicación perfecta, a dos cuadras de la Aristides
Es la segunda vez que me alojó en este hotel. Esta vez vine con mi familia y lo elegí para que mi mamá disfrutará del jardín soleado, del cercano Parque San Martin y pudiéramos salir a caminar. El restaurante muy bueno los días que abrió. Lo bueno del hotel es que permitían comprar comida afuera y ellos te armaban la mesa. Instalaciones súper limpias. El personal de recepción excelente. En nuestro caso siempre atentos cuando mamá salía a caminar. Hay habitaciones en planta baja, en el primer piso por escalera y habitación triple tipo departamento en PB y primer piso con balcón. Lo pasamos super bien.
El hotel es en realidad una casona antigua muy bonita convertida, lo que reamente hace que se diferencie de los hoteles convencionales, y si le sumamos la atención de todo el staff hace que sea un lugar ideal para pasar los días en Mendoza. La ubicación es perfecta, super céntrica, y en un zona residencial muy bonita. La habitación que nos tocó fue cómoda, amplia, daba a la calle pero no se sentían ruidos ni nada que molestara. Veo que muchos critican el desayuno, y no es que sea malo o básico, sino que están acostumbrados al desayuno buffet en donde tenes todo servido, y acá en cambio, van pasando mesa por mesa para consultar que te gustaría desayunar, y tengan en cuenta que ofrecen huevos revueltos, medialunas, tostadas, frutas, y a la vez pueden pedir que les traigan mas, o que les sirvan otro cafe, por lo cual es un servicio diferente pero cumple, (pedimos disculpas si el primer día estuvimos un poco apuradas pero teníamos una excursión a las 7.30 y necesitábamos desayunar rápido, como el servicio es mas bien personalizado parecíamos un poco ansiosas jeje) Igualmente reitero que lo que mas se destaca es la atención familiar de todos el staff, te hacen sentir como en casa e intentan ayudarte en todo. Realmente es un hotel para recomendar y volver a ir =)…
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