Fui a Casartero con mi pareja y fue una experiencia hermosa y super recomendable! Las habitaciones y las instalaciones son divinas, cómodas y más que limpias. El hospedaje te permite una real conexión con la naturaleza. La posibilidad de ver hermosos cielos, de tener un viñedo al lado, de recorrer el parque del alojamiento... La apuesta a la sustentabilidad refuerza la sensación. Sus dueños, Virna y Germán, hacen de la estadía un momento cálido y siempre están ahí para ayudar y recomendar. Volvería mil veces, en cualquier momento del año, solo cambiaría encargarle más comida a Virna: es exquisita!!
Van mis felicitaciones a un gran alojamiento! Particularmente destaco: Hospitalidad de sus anfitriones; instalaciones de primera; pulcritud tanto en la habitación Olivo como en los espacios comunes; desayuno y cena (ésta última es opcional) excelentes; la ropa de cama impecable; son respetuoso del medio ambiente en serio (separan la basura y hasta el shampoo es biodegradable). Se nota que está pensado al detalle y con mucho cariño. Todo estuvo perfecto.
Fuimos con mi pareja tres noches y nos quedamos maravillados. Logra una perfecta combinación de un lugar cómodo, hermoso, íntimo y sustentable. La habitación era moderna y con todos los accesorios para que te sientas cómodo: una buena cama, una televisión smart grande, aire acondicionado, buena ducha y detalles de baño (cofia, etc). La posada está en medio de un predio verde, por lo que hay una paz y vista increíbles. Los espacios comunes son divinos, se nota toda la dedicación que hay en cada detalle. Está al lado de unos viñedos que fue muy lindo poder verlos tan de cerca. Un punto también a destacar es la flexibilidad que se consigue. Si un día queres quedarte ahí a cenar, les avisas a los dueños y ellos te cuentan para la comida. Al haber pocas habitaciones y tratar con los dueños directamente, se consigue una intimidad y flexibilidad que hacen que te sientas muy cómodo y relajado. Por ultimo, una de las mejores cosas del lugar es ver toda la dedicación y profesionalismo que le pusieron los dueños. Desde lo lindo de la construcción, decoración, etc hasta estar en cada detalle para hacer la posada lo mas sustentable posible. Te hacen sentir cómodo todo el tiempo, son muy respetuosos también con la higiene y limpieza considerando la situación actual. Trabajan en colaboración con emprendedores locales, y tanto cuando llegamos como cuando nos fuimos tuvieron una atención muy linda. En fin, en una escala del 1 al 10, Casartero es un 11. Muy recomendado para todo el que vaya con auto a San Rafael!…
Atendido por sus propios dueños, la posada te ofrece una experiencia muy particular en alojamientos. Germán y Virna son muy cálidos, atentos en cada momento. Desayunos y cenas completamente caseras y con ingredientes de la zona. La posada en sí muy cómoda, tiene panel solar y un diseño de construcción sustentable. Está a 10 km del centro y a 20 min de Valle grande.
Empiezo por el comienzo. Llegamos a Casartero un 30 de enero en pleno diluvio, y Germán nos esperaba en la puerta de la posada bajo la lluvia (literal). Ya Ahi nos dimos cuenta que ésta sería una experiencia diferente a todas las vividas anteriormente. El lugar: un predio hermoso, rodeado de plantaciones de vid, en un entorno unico, lleno de paz, de naturaleza y de Armonía. Ideal para descansar y disfrutar. Una piscina espectacular (que no pudimos disfrutar por la lluvia incesante). Esta alejado del centro, pero en nuestro caso, es justamente lo que queríamos. Cumplió con las expectativas! Los containers: nos alojamos en el container “Álamo” una experiencia ÚNICA e increíble. Todo en Casartero está pensado, los espacios, los detalles, el confort, los amenities y por su puesto la sustentabilidad. La experiencia que se vive en el container es increible. Es un lugar súper confortable, con todas las comodidades, heladera, horno eléctrico, pava eléctrica, vajilla, cama súper cómoda, un baño excepcional con secador de pelo y sobre todo, el mensaje que te deja: se cuida el agua, los residuos, y la energía. Una experiencia única que vale la pena vivir. Con la estadía en el container se incluye un kit de amenities espectaculares, pensados para cuidar el medio ambiente: cepillo de dientes de madera, shampoo y acondicionador sólido, pad desmaquillante reutilizable, barbijo de tela (hermoso!) y lápices hechos con papel reciclado. Los detalles lo son todo. También se incluye un kit de meditación (con unos auriculares!) para escuchar meditaciones, espectacular ! El desayuno: El desayuno esta muy bueno, todo es delicioso y el café es espectacular! Se tiende a minimizar el desperdicio de comida, y ser parte de ello, es fantástico. La comida: ofrecen un menú de cena (menú del día), todo riquisimo, al igual que los vinos y todo a un precio accesible ! Súper recomendable! La limpieza: El lugar esta impecable, ya que, como mencioné Antes, todos los detalles se cuidan y eso incluye a la limpieza. La atención: Virna y Germán son anfitriones que no olvidademos. La calidez, la hospitalidad y la atención que brindan es excepcional. Virna nos ayudó recomendándonos actividades para hacer y lugares para visitar y donde almorzar, aún en plena lluvia. Sus recomendaciones fueron un 10! Sin duda recomiendo esta experiencia y sin dudas ya queremos volver !!! Gracias por ofrecer esta experiencia sobresaliente! …
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