la atencion personalizada 100 x 100, la comida excelente y la hosteria es muy comoda para alojarse y disfrutar de la naturaleza, caminatas salir a pescar o disfrutar de la laguna y los alrededores te podes alojar en la hosteria o en el domo y es para pasarla muy bien
Para llegar, el acceso es sumamente irregular, no solamente porque se llega por ripio, sino que a su vez no está mantenido y se necesita cruzar un puentecito hecho con troncos, que para nosotros fue peligroso porque faltaban un par de ellos. La atención fue personalizada y muy agradable, Andrés y Gisela fueron anfitriones de lujo !!! El lugar es de ensueño con un paisaje inigualable. La habitación que elegimos (standard) era un poco chica y las puertas de los placares no se podían abrir en su totalidad, se escuchaba TODO, de todos lados, ya sea de las charlas del exterior y del interior. Ellos elaboran su propia comida y la cena está armada para socializarse con el resto de los huéspedes, Muy buena idea. Crítica a la calidad de la carne, resto correcto y a la poca variedad en el desayuno, nada de fruta, medialunas mediocres, con una pobre atención del personal que lo servía y los más importante para mi, el café estaba frío, teniendo que pedir todas las mañanas que me calentaran la taza. Internet regular.…
El lugar es impresionante, vistas al lago desde todos los cuartos y ambientes. Las habitaciones lindisimas con todo el confort y la onda del lugar. La comida es un capítulo aparte. El chef es extraodinario y la comida de un nivel inimaginable. Todo espectacular!
Volvimos a Laguna Larga principalmente por Paulo, que es un cocinero excepcional, que con su creatividad prepara platos, sopas, picadas, panes, postres y desayunos de una calidad inmejorable. El lugar es hermoso, sus vistas son increíbles, con tranquilidad y paz, pues no hay nadie cerca. Cuenta con muy buena bodega y es muy cómodo para pasar alli un par de días. Su dueño Andrés es un buen anfitrión que trata de asesorarte en todo. Lo malo es su acceso que sigue siendo un camino que demora mas de 20 minutos poder subir desde el camino del Parque Nacional
Un Lodge en el que te hacen sentir como en casa, Andrés el propietario, encantador, todo el tiempo pendiente que estés cómodo y bien atendido, Pablo el chef excelente, la comida esquisita, muy simpático, Romina muy gentil. Si te gusta el vino pide que te inviten a la Cava y te muestre su colección. El Lodge tiene una vista privilegiada, está ubicado en el interior del Parque Alerce Andino en Argentina. Gracias Andrés...!!!
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