Un 10 rotundo. Ideal para recorrer el parque. El lugar es un sueño, las habitaciones hermosas, pensadas en cada detalle y las vistas son de fotografía. Andres, dueño del lugar, es cálido, amable, servicial, buena gente y estuvo presente y atento todos los días que estuvimos hospedados, con charlas, consejos y siempre buena onda. La opción de comer en el hotel es espectacular, además de cómodo, la comida de Paulo es variada riquísima y para sacarle foto a cada plato, además de su buena onda y atención. Por favor no se vayan sin pedirse la vianda de sándwich de milanesa!! La subida de ripio da miedo la primera vez, después se hace “de taquito” y rápido, nada que temer! Gracias por todo!!! Ya queremos volver 🙌
Difícil decir algo más que lo volcado por otros huéspedes. No nos alcanzó la estadía para poder deleitarnos con cada lugar, rincón y persona que haya estado. Realmente es paradisiaco. Menciones especiales para Andres y su hospitalidad y para Paulo su mano para la cocina y su predisposición para hacerte sentir en casa. Lo que comimos!!! Todos los platos limpitos dejamos. Nati siempre atenta y predispuesta. Muchas gracias por todo y nuestro deseo es poder vernos pronto para disfrutar AÚN más. (Siempre es posible más) PD: conocimos una pareja con los que compartimos la estadía y eso mejoró aún más la experiencia. GRACIAS!
Pasamos una hermosa experiencia en el domo. Nunca habíamos ido a uno. Y fue increíble haber ido a este. Era deluxe. Tenía ducha, Estufa a leña, colchón sommier, manta térmica. Todo de primera. La experiencia fue mágica. De ver las estrellas tirados en un sillón. Tuvimos suerte de ver una estrella fugaz y todo. El domo te brinda también un poco de intimidad. Ya que estás alejado del Lodge. En cuanto al complejo tiene una laguna enfrente en la cual se puede hacer kayak y pasar un buen rato. También hay senderos para caminar y poder pasar todo el día ahí mismo. El dueño Andrés siempre está atento a todo que no te falte nada y siempre está predispuesto ayudarte en lo que quieras hacer. En cuanto a la comida es algo que tenés que probar. Todo exquisito, están Pablo y Natalia que hacen cosas riquísimas. Tanto desde la cena hasta el desayuno. Y si querés almorzar al mediodía hay opciones a la carta a buen precio. El camino para llegar son 6 km de ripio pero es parte de lo q hay q hacer para llegar a un lugar de paz y tranquilidad. Y en toda la Patagonia siempre hay q hacer algo de ripio. No es nada del otro mundo. 15 min tranquilo y se llega.... Cómo sugerencia y que de igual forma no baja mi puntuación. Pondría cortinas en la parte donde está la cama del domo ya q entra luz temprano. Y a los huéspedes del domo también le incluiría el desayuno. No dejan de ser huéspedes del Lodge. …
Fuimos un grupo de amigos y estuvimos 3 noches. El lugar es increíble, la naturaleza a full, el lodge muy acogedor, su dueño Andrew siempre pendiente y detrás de todos los detalles, un verdadero anfitrión!! Paulo nos deleitaba con sus exquisiteces. Hicimos camintas, (hay caminatas de todo tipo) y una cabalgata. Llegamos vía Cholilla pero si se quiere evitar el ripio es mejor llegar desde Esquel. Ojalá podamos volver!!
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