Un lugar soñado,mágico,naturaleza, paz, tranquilidad absoluta.Cabañas equipadas para una estancia agradable y placentera, una vista increíble .... Fuimos atendidas por su dueño,una persona amable,atenta,cordial en todo momento,no tengo palabras para agradecerle tanto. Lo único es que no pudimos quedarnos más tiempo... Lo recomiendo absolutamente.
La única estrella va al lugar en si, camas cómodas, baño que funciona, internet va y viene. Lo peor de este lugar es el dueño. Nos trató pésimo desde el primer día. No acepta tarjeta para pagar, solo transferencia o efectivo, pero él nos había mandado un mensaje por Booking que nunca nos llegó diciendo que había que hacer un depósito previo y después pagar el resto, termino cancelando nuestra reserva. Si bien tuvo buena voluntad de darnos la habitación igual, nos hizo pasar pésimos días hostigandonos porque no le llegaba la plata, aún cuando le habíamos mandado el comprobante de transferencia. Al mismo tiempo, siempre nos dio la impresión que se metía en nuestra habitación aún cuando le dijimos que no lo haga. El día que nos fuimos, fue una constante chicaneada y molestia sobre la plata. Aún llamando al banco y demostrándole que el retraso venía de su banco. Después por WhatsApp siguió insistiendo y diciendo cosas como "hubiera llegado 30 minutos más tarde el día que viniste y me ahorraba el problema". Nos pareció un chanta y un constante problema al momento de llegar. No lo recomendamos para nada, y menos con la oferta que hay en la zona.…
Estan en plena cordillera, sobre circuito de los 7 lagos, frente al cauce del Rio Hermoso, ideal para disfrutar del silencio y la naturaleza, muy completas y a Daniel no se le escapa nada, hasta gestiona el permiso de pesca!
Imperdible lugar, cálida atención y confort sencillo pero con todo lo necesario para pasarla bien y desenchufarse. Un dato: está a 25 km de San Martín, así que hay que llegar con todo para pasar los días que tomas. Los dueños te asesoran sobre las excursiones y están en los detalles sin resultar invasivos.
Estuvimos alojados con mi esposa desde el 31/12/15 hasta el 03/01/16. El lugar es ideal para el amante del silencio y la naturaleza. Está ubicado sobre la ruta de los siete lagos (RN 40) a 25 km de San Martín de los Andes y a 14 km del Lago Meliquina. Los paisajes son espectaculares. Las instalaciones son cómodas y tienen todo lo necesario para una buena estadía. El terreno es amplio, ideal para que los chicos jueguen, y no hay problemas con el estacionamiento. Silvia la dueña es una persona muy agradable y su atención es muy familiar. Si se pretende encontrar un lodge, hotel 5 estrellas, sauna, wi-fi, desayuno, etc., no vaya, no está pensado el sitio para ello. Esta es la segunda vez que visitamos el complejo y como dice el dicho "no hay dos sin tres". Elena y luis.
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