Vinimos 7 días con mi pareja a festejar nuestro aniversario, la mejor decisión que podríamos haber tomado. Nos alojamos en una de las Yurtas, hermosas en el medio de la naturaleza y con todas las comodidades necesarias, excelente desde la limpieza hasta las instalaciones. La estancia cuenta con la opción incluir las comidas, 100% recomendable, todas cenas y almuerzos super completos y riquisimos en sus variedades. Te consultan tus gustos y restricciones para hacerlo lo más personalizado posible, opciones veganas y gluten free. Realizamos trekking por senderos perfectamente indicados llegando a las mejores vistas, kayak por el lago Gutierrez y una cabalgata que nos dejó encantados. Todos los días conectados con la naturaleza, en contacto con animales muy acostumbrados a estar con la gente. Por último, y no menos importante la calidez humana de todo el personal que nos atendió con todo el amor del mundo y nos hicieron sentir como en casa desde el primer día, y estuvieron en cada detalle de nuestra estadía. Totalmente recomendable, nosotros ya pensando en nuestra vuelta. …
Pasamos 4 días divinos haciendo trekking por senderos que nos llevaron a lugares con una vista y una magia muy especial. Los animales en Peuma Hue tienes un lugar de privilegio. Los perros y caballos son mimados con mucho cariño y dan a los huéspedes todo ese amor que reciben. Cómo Charly el perro que es guía de montaña. Un verdadero solcito. Todo esto es producto del alma de este lugar, Eve y su gente
Fuimos en familia solo a almorzar con mi marido y mi hijo de 6 meses, hicimos la reserva el día anterior. Cuando llegamos nos recibió Sofia, su dueña, sin hacernos notar que nuestra reserva se les había pasado nos recibió y nos deseó que tengamos una linda velada. Luego de eso todo fue para mal, nos dijeron que sólo tenían el menú del día por $9000 por persona que incluía: de entrada 3 pinchos capresse que eran 3 pedacitos de queso cremoso con 1 aceituna y dos tomates cherry rebanados y repartidos en esos 3 pinchos (todo lejos de ser verdura orgánica eran tomates, aceitunas y quesos normales que compras en una despensa) de primer plato un pequeño plato de tallarines caseros con salsa de tomate supuestamente orgánico también. Y de postre un mini cuadradito de un brownie seco con una cuacharadita de té de helado que no se de que era porque obviamente no lo comimos. Mientras nos estaban trayendo esta comida que querían cobrarnos $9000.- por persona y era “lo único que tenían” a una mesa de 5 que se sentó después le ofrecieron la carta completa de lo que quieran. Nos sentimos como si nos estuviesen tomando el pelo, no solo nosotros dos mesas más también que una directamente se fue del lugar al escuchar la tomada de pelo que nos estaban haciendo a esas tres mesas, pero la diferencia es que nosotros si habíamos reservado y las otras dos mesas, no. Por lo tanto pedimos hablar con Sofia que muy amablemente nos invito lo que comimos y nos explico la situación. Por lo tanto mi calificación es malísima porque para estar con un bebé más allá de la explicación fue una experiencia terrible para lo lejos que queda. Mi recomendación si van no pidan nunca el menú del día si les dicen que es pastas porque nunca un tallarín puede tener un valor de 9000 pesos, por otro lado llamen por teléfono si o si antes para RECONFIRMAR si llego su reserva porque parece que no les anda el sistema o no chequean las reservas el día anterior y por último lamento haber perdido mi último día en Bariloche en ir a este lugar y no haber podido disfrutar nada porque ni siquiera nos dieron ganas de quedarnos a recorrer la estancia después de lo bastardeados que nos sentimos, ya que si no nos hubiésemos quejado nos iban a cobrar $20.000.- por un menú mediocre. La peor experiencia no solo de Bariloche, sino que de toda la Patagonia, siempre se esmeran por atender bien a los turistas pero acá ni siquiera lo intentaron.…
Excelente lugar, excelente servicio, las vistas son maravillosas, vista privilegiada al lago Gutiérrez, en la noche las estrellas son increíbles, puedes apreciar fácilmente la vía láctea, la comida es maravillosa, sus actividades completas y seguras. Me sentí como si fuera un invitado de los propietarios a celebrar la navidad. Es un secreto bien guardado de la patagonia argentina. 100 % recomendable.
Fuimos en familia en pleno Julio. A pesar del tiempo, la pasamos muy bien. Lugar mágico. Contacto con la naturaleza puro. La cocina exquisita y todos muy atentos. Una gran estadía y muy recomendable. En verano hay muchas actividades!
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