Un lugar magico en el centro de la provincia de corrientes. En contacto con la naturaleza podrán encontrar un establecimiento de categoría donde cuidan que los huéspedes estén a gusto durante toda la estadía. Ejemplar.
Alojarse en Torre de Guayaibi es una invitación a entrar en otra dimensión del espacio y el silencio. La majestuosidad del castillo construido por Enrique Lacour promueve que los limites de nuestra mente se abran entre libros, paisajes 360 grados y la espectacularidad de los ambientes de piedra y hierro . Nos sentimos reyes en la simpleza que da el paisaje y la estadía se completa con una cocina cuidada y servida en una mesa de reyes permitiéndonos sentir una experiencia única para ingresar en los paisajes ibereños.
Excelente todo. No solo el lugar, sino tambien sus dueños y personal. Un amor de personas!! Todos. Estuvimos solo un dia, volviendo de los Esteros, un poco aflijidos porque no habiamos podido ver tanta fauna como esperabamos y el señor, muy buena onda, nos llevo a ver todos los animales que hay en su campo, yacares, vizcachas, familias de carpinchos,....hasta los terneritos recien nacidos!! mis hijos no paraban de la felicidad que tenian!! Millones de gracias, de corazon!! que se puede decir del hotel en si, es una belleza, hermoso por donde se lo mire...las habitaciones, el comedor, la impresinante biblioteca y mencion a parte a los atardeceres y su laguna....de sueño. Muchas, muchas gracias de verdad, fue excelente!!
Realmente muy bello todo, tal cual las fotos o creo que aun mejor, la atención increíble, las señoras del servicio super amables y cordiales, la comida muy rica y fresca, limpieza 10 puntos. Todo esta pensado para que pases unos días increíbles de mucha paz, los animalitos dan vueltas por todos lados, el ruido de los arboles, todo. Marisa fue muy amable y atenta, el toque que le dio a la decoración, en cada detalle se puede ver el amor con el que se hizo todo. Sin dudas volvería.
Cuando elegi ir a la Torre fue por recomendacion de una amiga, y cuando llegue quede maravillada de tanta belleza, no solo por su entorno natural, sino tambien por la calida atencion de sus dueños Marisa y Enrique. Todo el lugar luce armonico, delicado, divinamente decorado y sobre todo, se advierte en cada detalle el toque femenino y delicado de Marisa. Hay q destacar la atencion personalizada de las Sras. Norma, Raquel y otra señora q se encargan del servicio del lugar, siempre predispuestas y atentas a lo q necesitas y sobre todo, siempre con una sonrisa en su rostro. Es un lugar 100% recomendable para las personas q desean descansar y sentirse parte de la naturaleza. En relacion al precio, es adecuado al nivel de servicio q brindan, y la comida es casera y la bebida es de…
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